El técnico italiano al frente delChelsea ha reconocido uno de sus problemas a la hora de afrontar los mercados de fichaje que tanta satisfacción repercuten a los entrenadores en los clubes de gran prestigio europeo menos a él, como así reconoció en rueda de prensa como una desvirtud a la hora de usar su capacidad convicción: «Creo que soy un poco desastre tratando de convencer al club de que fiche nuevos futbolistas. Creo que en este aspecto puedo mejorar mucho. Debo aprender de otros entrenadores y hablar más con los que son buenos persuadiendo a sus clubes para gastar dinero comprando a los mejores jugadores».
De esta manera, el propio Antonio Conte adquirió parte de culpa en los resultados del pasado mercado invernal donde el Chelsea incorporó a Olivier Giroud, Emerson Palmieri y Ross Barkley, todos con escaso protagonismo hasta el momento y sin protagonizar una evolución en las posibilidades del equipo.
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