«Ellos no me escuchan». En la rueda de prensa posterior al choque que anoche disputó su equipo contra el Bournemouth, y que se saldó con una dolorosa derrota por 4-0, el técnico del Chelsea, Maurizio Sarri, se mostró visiblemente frustrado por el pésimo rendimiento de su equipo y criticó con dureza a una plantilla a la que acusa de no ejecutar sus órdenes dentro del terreno de juego.
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Según añade el Daily Mail, el preparador italiano acabó tan molesto con los suyos que, tras una charla que se prolongó durante 50 minutos en el interior del vestuario, optó por regresar a Londres en coche y no hacerlo en el autobús junto al resto de la expedición de los blues.
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