Sergio Busquets lo tiene claro. Mientras el físico responda y pueda seguir jugando al máximo nivel, su sitio estará en el FC Barcelona. «Siempre sentí la confianza del club en todos los sentidos. Lo que pretendo es seguir peleando y jugando hasta que el cuerpo aguante. Entonces será cuando me vaya», reconoció.
Hasta el día de su marcha, el centrocampista confía en seguir acumulando partidos para así poder situarse a la altura de un ya mito del barcelonismo, el mediocentro Xavi Hernández. «Espero poder alcanzar a Xavi, que sumó más de 700 partidos con el Barça. Tienes que vivir para el fútbol. Has de tener suerte de que te respeten las lesiones. Eso y que confíen los entrenadores», reconoció durante una entrevista concedida a los medios oficiales del club.
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