Sergio Ramos y Gerard Piqué protagonizaron en la noche de ayer el énesimo cruce de declaraciones. El primero en mover el árbol fue el central del Real Madrid, quien, tras ser expulsado por una dura entrada a Leo Messi, culpó al del FC Barcelona de condicionar a los árbitros con sus continuas críticas. «Ahora dirán lo que quieran sus medios... No voy a entrar al trapo, no me he dirigido al árbitro porque era una decisión tomada. A Piqué se lo he dicho, que tanto le gusta opinar de los arbitrajes con sus tuits, sus quejas, parece ser que se llevan el gato al agua», espetó al término choque.
Lógicamente, el catalán fue cuestionado al respecto y en su respuesta incluyó otro dardo envenenado contra el club merengue. «Cuando llegue a casa se va a arrepentir porque la roja es clara, va con los dos pies por delante. En el Bernabéu están acostumbrados a arbitrajes muy permisivos y cuando lo hacen bien el árbitro es el malo de la película», indicó.
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