«Estoy un poco triste porque me quería quedar y hacerlo lo mejor posible, pero en esta situación me tengo que ir al Hapoel». Con esta sencilla declaración, efectuada en su última comparecencia pública, el ariete israelí Ben Sahar confirmó que abandona la disciplina del Espanyol para jugar cedido, durante una campaña, en el Hapoel Tel Aviv.
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El delantero, de sólo 20 años, fue fichado el pasado curso para dar un nuevo impulso a la delantera, pero su rendimiento (24 partidos, 1 tanto) no ha terminado de convencer al cuerpo técnico blanquiazul. «Quiero jugar un año en Israel y si va bien, volver aquí y jugar en el Espanyol, ése es mi objetivo», concluyó el futbolista.
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