Después de la marcha de Julio César, parecía difícil que el Inter de Milán le encontrara un sustituto que aportase las mismas garantías y la misma tranquilidad bajo palos. No obstante, lo cierto es que lo hicieron, y ahora no quieren que la historia se repita.
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Se trata de Samir Handanovic. El esloveno llegó procedente del Udinese, y desde entonces dejó claro que era un portero de primer nivel. El espigado guardameta termina contrato en 2016, pero los interistas no quieren que haya ambigüedad respecto a su continuidad. Por ello, según cuenta Sky Sport, las conversaciones para su renovación ya han comenzado.
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