Genio y figura, José Mourinho volvió a protagonizar este fin de semana uno de esos episodios que suelen quedar en el recuerdo de los aficionados. Aunque el Manchester United logró doblegar al Tottenham en choque correspondiente a la décima jornada de la Premier League, el portugués no logró digerir demasiado bien el hecho de que un cierto sector de la grada de Old Trafford pitase a Romelu Lukaky (acumula cinco partidos sin marcar) y tras el tanto que dio la victoria a su equipo (anotado por Anthony Martial), el de Setúbal se dirigió a la grada llevándose un dedo a la boca para exigir silencio.
«Me gustaría que los aficionados me expliquen por qué no apoyan tanto a Lukaku porque lo da todo. No es justo que la diferencia la marque anotar goles o no. No entiendo la reacción de los fans. ¿Son ellos red devils? A veces no lo entiendo porque mis delanteros trabajan increíblemente bien. Ellos pagan por una entrada y pueden hacer lo que quieran. Pueden abuchear a quién no se lo merece. Pueden abuchear a un jugador que está trabajando como un animal, incluso si el partido no está yendo en su dirección. También pueden abuchear al entrenador», explicó el luso al término del choque.
Volvió a hacerlo. Mou mandó callar a su propia afición tras los pitos a Lukaku y siguió en rueda de prensa...https://t.co/RZUL77vd0p pic.twitter.com/eqQciitV8I
— AS (@diarioas) 30 de octubre de 2017
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