La jornada 8 de la Premier se cerró con polémica

El partido que cerraba el octavo capítulo de la Premier League ha dejado un sabor amargo a los aficionados del Newcastle. Las urracas encaraban el partido conscientes de la necesidad de conseguir una victoria ante el Manchester City que les permitiese escalar posiciones. Sin embargo, a los 14 minutos del encuentro, el arbitro de la contienda, Rob Styles, consideró como penalti una limpia entrada de Habib Beye sobre Robinho y, por si fuera poco, mandó al vestuario al defensa blanquinegro con roja directa.

El brasileño transformó la pena máxima y adelantó a un City que no supo conservar su ventaja y que vio como los de casa daban la vuelta al marcador con goles de Shola Ameobi (su primer tanto en dos años) y del zaguero Richard Dunne en propia meta. Eso sí, a 10 minutos del final, una internada de Ireland en el area de Newcastle sirvió para igualar el marcador y para dejar a las urracas en la penúltima plaza de la tabla con 6 puntos. Los de Hughes, por su parte, se mantienen en la zona media con 10 puntos, a 6 de los cuatro primeros clasificados.