La renovación de Fernando Llorente sigue estancada. El futbolista se ha reincorporado a los entrenamientos tras un corto periplo vacacional (apenas 18 días) y ni él ni el club terminan de dar los pasos que estiren su contrato más allá de junio de 2013.
Las causas de esta parálisis son estrictamente económicas. El Athletic de Bilbao le ha planteado un salario de 4,5 M€, pero el jugador y su agente reclaman un millón más. El problema es que, si no se liman estas diferencias, el riojano tendrá la potestad de negociar libremente con cualquier club a partir del próximo 1 de enero.
En una situación similar se encuentra Markel Susaeta. El eibarrés ha visto como su protagonismo se disparaba espectacularmente gracias a Marcelo Bielsa, y sus nuevas pretensiones económicas superan las previsiones de los dirigentes rojiblancos.
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