La estancia de José Luis Mendilibar en el banquillo del Levante, como era lógico, tenía fecha de caducidad. Sin embargo, pocos esperaban que su último partido fuese contra el Real Madrid, ya que obviamente la diferencia entre ambas escuadras es abismal, pese a la goleada, y por tanto su cese fue algo inesperado.
Esto tomó por sorpresa incluso a los propios jugadores. Así lo cuenta Diego Mariño, uno de los nuevos en la plantilla granota. «Me enteré el lunes por la noche y era algo que nadie se esperaba», aseguró. No obstante, el gallego está seguro de que el cambio traerá cosas buenas. «Esto enchufa a la gente que jugaba menos, y también a los habituales, porque nadie tiene el puesto asegurado», concluyó el futbolista en declaraciones que recogeSúper Deporte.
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