Era uno de los compromisos más complicados que tenía el FC Barcelona en lo que queda de Liga y así ha sido. El Espanyol planteó un partido incomodo al cuadro culé, dejándole pocos espacios y frenando su juego ofensivo.
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La polémica en la primera parte estuvo en un penalti no señalado de Javier Mascherano por un codazo. En la segunda mitad fue la pena máxima por manos de Javi López, que si fue señalada. Lionel Messi lo transformó y dio los tres puntos a su escuadra.
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