Según La Voz de Galicia, el delantero del Celta de Vigo no está por la labor de cambiar de aires a partir de enero, y mucho menos a China. El jugador tiene el ferviente deseo de participar en la próxima Copa del Mundo y para esto sabe que es imprescindible jugar, algo que claramente le brinda el conjunto de la ciudad gallega y donde residiría su principal razón para no querer abandonar al club.
Sería el entorno profesional de Maxi Gómez, según el medio, el que está presionando al futbolista para que acepte la suculenta oferta del mundo asiático, dejando satisfechos económicamente a Celta, Defensor Sporting y sus agentes. No obstante, primará la decisión del delantero que, de plantarse, continuará como celeste al menos hasta final de temporada.
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