La desafortunada actuación de Anthony Taylor, árbitro que dirigía el Southampton-Chelsea, colmó el vaso de la paciencia de José Mourinho. De hecho, al término del choque, que finalizó con empate a 1 después de que el colegiado obviara un claro penalti sobre Cesc Fábregas, el preparador luso no dudó en denunciar una campaña de acoso contra la entidad londinense.
«Los medios de comunicación y comentaristas y otros directivos, ejercen una presión sobre los árbitros. Hay una campaña contra el Chelsea. No sé por qué y no me importa (...) Todo el mundo sabe que fue penalti. El árbitro cometió un error. La gente comete errores y cometió un gran error. Es un buen árbitro y un buen tipo, es joven, tiene años y años de fútbol por delante. Pero es un gran error», espetó.
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