Una vez terminada la temporada, aquellos jugadores que no tienen la intención de seguir en sus respectivos equipos aprovechan para despedirse. Es el caso de Deivid, jugador del filial del Sevilla que no continuará en el conjunto de Nervión porque su contrato con la entidad andaluza expiraba en junio.
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Lo mismo le ha ocurrido a Javier Calleja, que ha dicho adiós a Osasuna después de tres temporadas. A sus 34 años el centrocampista buscará un nuevo destino y si no lo encuentra se retirará, tal y como él mismo ha reconocido en rueda de prensa: «Eso lo lleva mi representante. A ver si sale algo interesante, si no, colgaré las botas».
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