Tras la crisis de resultados en la que se encuentra inmerso el FC Barcelona, ha ido aumentando la esperanza de madridistas y atléticos. Lo cierto es que los azulgranas han pasado de tener trece puntos de diferencia con su eterno rival, el Real Madrid, a colocarse a tan solo un punto, que da vida a un equipo que hace menos de un mes estaba completamente desterrado de la competición liguera.
Zinedine Zidane es sabedor de la ilusión que se ha creado en la parroquia blanca, con las semifinales de la Liga de Campeones y con el acercamiento del líder de la Liga, pero es cauteloso y quiere normalidad frente a los posibles triunfalismos previos: «Chicos, nosotros tranquilos. No quiero euforias, aún no hemos ganado nada y nos va a costar mucho hacerlo», exponía el técnico a sus jugadores según recoge Marca.
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