El entrenador italiano no consigue el objetivo de obtener mejores resultados que su predecesor en Europa.
El gran lastre de Pep Guardiola en su etapa al frente del Bayern Múnich fue sin duda las tres semifinales de Liga de Campeones que perdió consecutivamente ante Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid. Tres fiascos que marcaron de modo importante su trayectoria en el cuadro bávaro.
De hecho la misma fue impecable excepto por estas derrotas y porque no logró la Supercopa de Alemania, si bien este último es un título menor. Se pasó en Bundesliga y en la Copa, y se esperaba ahora que Carlo Ancelotti pudiera hacer olvidar estos sinsabores europeos a la afición del Allianz Arena.
Pues bien, tampoco ha logrado su objetivo. Es más, se ha marchado antes de tiempo, en cuartos de final, de manera que trunca también la gran racha que ostentaba este club de cinco semifinales consecutivas (2012-2016). Eso en una campaña en la que ha dominado su liga pero no como en anteriores ejercicios.
Porque, aunque acabaran conquistando el campeonato, el Bayern Múnich de Pep Guardiola solía ganar con mayor renta sus ligas. De hecho conquistó una en marzo y se habló entonces de que esa falta de competitividad había sido un gran lastre fuera de su país.
En cualquier caso, más allá de comparaciones entre entrenadores, parece claro que a los germanos les falta todavía algo más para aspirar al trono europeo que no ganan desde 2013. En los últimos años los clubes españoles han sido un escollo imposible de superar.
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