Bayern Múnich | Joshua Kimmich, el mejor legado de Pep Guardiola

«Me encanta este chico. Joshua Kimmich hizo un gran partido. ¡Le doy la enhorabuena por todo lo alto! Con él tenemos un defensa y un creador de juego muy bueno. Tiene personalidad con la pelota. Me gusta trabajar con jugadores que quieren aprender. Tiene voluntad y pasión. Lo tiene todo». Así elogiaba Pep Guardiola la temporada pasada a Joshua Kimmich tras un partido entreBayern Múnich y Borussia de Dortmund en el que el entrenador catalán se dirigió al jugador explicándole algo con muchos aspavientos y una gran gesticulación que pronto atrajo el interés de las cámaras.

Fue seguramente el momento en el que se supo de este joven de ahora 21 años, que había sido fichado en verano de 2015 por el conjunto bávaro. Formado en las categorías inferiores del Stuttgart, en este club se arrepienten ahora de haberlo vendido por poco más de 7 M€ a los bávaros, tras dos años cedido en el RB Leipzig, desde donde llamó la atención de Guardiola en la 2.Bundesliga.

Una apuesta personal del de Santpedor, de la que ahora recoge sus frutos su sucesor, Carlo Ancelotti. La fe que Guardiola tenía en él hizo que jugara hasta 37 encuentros, y en muchas ocasiones como improvisado central ante las bajas sufridas en la zaga por el combinado del Allianz Arena. Esta campaña el preparador italiano lo emplea como mediocentro pero en la selección juega de lateral diestro, de manera que estamos ante un futbolista muy versátil.

Goleador inesperado

Polivalente y además goleador. Inesperado, eso sí, pero ya suma a estas alturas del curso la friolera de 7 goles en 11 encuentros, a los que hay que sumar otro con la Mannschaft. Y varios de ellos decisivos para dar puntos a su equipo, como ante Hamburgo, Colonia o Eintracht de Frankfurt. Justo cuando más dudas ha generado el equipo de Ancelotti, ahí ha estado Kimmich para ser siempre una buena noticia.

Estamos además ante un futbolista con una extraordinaria proyección de futuro, que no ha parado de crecer y mejorar en cada campaña. Una auténtica joya que Pep Guardiola dejó como regalo de despedida en la que fue su última temporada en el Allianz Arena.