El escándalo Volkswagen pone al Wolfsburgo en estado de alerta

El caso ha provocado un gran revuelo. O más bien un escándalo en toda regla. Buque insignia de la industria alemana, el fabricante de automóviles Volkswagen se ha encontrado en medio de una auténtica tormenta tras admitir el pasado 20 de septiembre el engaño en un sistema que ha afectado a los vehículos diésel desde 2009, mediante un software que truca las emisiones de gases contaminantes.

Esto, según medios como Le Monde, puede causar pérdidas de 16.000 M€ al gigante automovilístico, y que se ha cobrado ya la cabeza de Martin Winterkorn, cabeza visible de la entidad. Además la compañía se ha desplomado en la Bolsa durante los últimos días. Pues bien, ¿cómo afecta esto al fútbol?

La respuesta es clara. El Wolfsburgo, vigente subcampeón de la Bundesliga y capeón de la Copa y Supercopa de Alemania, está muy estrechamente unido a la fábrica. No solamente por proximidad sino que la empresa de automoción es la propietaria del club, y desembolsa entre 50 y 100 M€ anuales por colocar su logo en la parte más visible de su camiseta.

También da nombre al estadio (Volkswagen Arena), y se dice que cuando la empresa tose, la ciudad de Wolfsburgo, en la que se ubica la sede principal, tiene un resfriado. Ya que la marca de automóvil da empleo a buena parte de su población. Así que el mismo refrán podemos aplicarlo ahora al equipo.

Sin embargo, el director deportivo del club, Klaus Allofs, ha querido mandar un mensaje de calma: «No puedo decir nada sobre Volkswagen pero las señales son claras: en el actual estado de las cosas nada cambiará para el Wolfsburgo. Nosotros no recibimos ningún regalo suyo, solamente un pago estratégico (ndr: publicitario) que es válido para cumplir el fair-play financiero de la UEFA». Aun así habrá que esperar a nuevos acontecimientos.