La vertiginosa extinción de los “Lobos” del Wolfsburgo

El Wolfsburgo se está jugando la permanencia en la Bundesliga ante el Eintracht Braunschweig, ya que al quedar en decimosexta posición en la Bundesliga, debe disputar este playoff que está marcado para ese puesto cada año en el campeonato alemán. Sin duda un final sorprendente para esta escuadra a la que el año pasado el Real Madrid eliminaba de la Liga de Campeones.

Desde que consiguiera en 2009 el título de campeón de Alemania, se había mantenido como uno de los conjuntos más fuertes del país. De modo que en 2015 acabó subcampeón por detrás del Bayern Múnich, tras dos años de grandes inversiones en fichajes, con llegadas como las de Kevin De Bruyne, Nicklas Bendtner, Bas Dost, Josuha Guilavogui o André Schürrle entre otros.

En agosto de 2015 llegaba Julian Draxler para ocupar el sitio de Kevin De Bruyne, y justo en el pasado mercado invernal el alemán ponía rumbo al PSG tras notables diferencias con el club. Ya había comenzado el declive, que tiene mucho que ver con el escándalo que ha afectado a Volkswagen, principal soporte de esta entidad ubicada en el mismo lugar que la sede principal del gigante automovilístico.

Desde que estallara este caso, se anunciaron recortes en la inversión del club, cuyos resultados deportivos comenzaron a decaer. Los refuerzos de los últimos meses, como Riechedly Bazoer o Paul-Georges Ntep no han estado a la altura. Y las lesiones también han hecho mella en esta escuadra que ahora lucha por mantenerse en la Bundesliga.

Se espera un verano agitado, con salidas cantadas como la de Ricardo Rodríguez, pero puede ser mucho más traumático si no se logra la permanencia. De todos modos las ambiciones de este club y sus objetivos han cambiado radicalmente en apenas unos meses. Ya no es el mismo Wolfsburgo de antes, eso sin duda.