Liga de Campeones | El FC Barcelona gana por inercia

Viniendo de donde venimos, sin duda el inicio de temporada es magnífico para el FC Barcelona después del verano más complicado de la última década. Aunque si nos fijamos en el camino recorrido desde entonces, es difícil reconocer al FC Barcelona en este equipo, más allá de que sigue ganando de la forma que sea. Hoy, como en Girona el sábado, gracias a un gol en propia meta del equipo rival (Sebastián Coates, 49’). Esa racha de victorias tras la dolorosa derrota del 16 de agosto en el Santiago Bernabéu es sin duda la mejor noticia para Ernesto Valverde. Hoy vuelve a ganar tiempo en su visita alSporting de Portugal, a la espera de que podamos ver al fin lo que nos tiene preparado para este curso, pues este proyecto deja muchas lagunas e incógnitas, si bien algunas de ellas tendrá que esperar para resolverse a que Ousmane Dembélé se recupere de su lesión. Mientras tanto, lo mejor para los catalanes es que dominan las dos áreas: saben defender los resultados y son sólidos en la retaguardia, mientras resuelven en ataque de la forma que sea (hasta con goles en propia meta). Y todo el bloque demuestra compromiso y trabajo, mientras que el entrenador logra tener enchufados a muchos de sus futbolistas, cosa que no lograba Luis Enrique.

Precisamente Ernesto Valverde planteaba su primer partido de Champions League fuera de casa con una alineación inédita hasta la fecha, con Sergi Roberto como gran novedad. Nadie le puede reprochar que quiera colocar al canterano en la medular, su hábitat natural y donde ha rendido a un gran nivel. De hecho con una alineación similar en 2015 Luis Enrique conseguía una goleada en el Santiago Bernabéu (0-4), con el canterano como falso extremo diestro. Y hoy la intención era clara: tener el balón ante un equipo portugués que también quería jugar la pelota y tener la posesión. De hecho por momentos los lusos lograban una salida más clara del esférico, con una línea defensiva muy adelantada y un centro del campo que ahogaba a los culés. Aprovecharon poco los azulgranas las bandas, y cuando lo hicieron llegaron por ellas las grandes jugadas de peligro, especialmente por el costado de Jordi Alba.

Pero, aunque poco a poco la escuadra catalana se hizo con el control gracias a sus cuatro centrocampistas (Busquets, un impreciso Rakitic, Iniesta y el citado Roberto), tuvimos que esperar casi veinte minutos hasta el primer disparo a portería de los visitantes, que fue un tiro muy flojo de Lionel Messi. Y la más clara del primer acto sería para Luis Suárez, que fallaba un mano a mano ante Rui Patricio. Después Fabio Coentrao sacaría otra a Lionel Messi en el último minuto. La defensa lusa, comandada por un buen Jérémy Mathieu, que hoy centraba muchas miradas, se mostraba sólida. Aunque también es justo destacar que los culés apenas daban ritmo a un partido espeso, muy táctico y de pocas oportunidades hasta la fecha. Con solamente dos delanteros, un equipo plagado de centrocampistas que apenas rompían líneas, y una circulación de balón lenta, la falta de profundidad era normal. Un duelo que los azulgranas tendrían que trabajar bien si querían llevarse los tres puntos, ya que el Sporting de Portugal demostró ser un conjunto ordenado, con las ideas claras y muy intenso. Tanto que para el descanso acumulaba cuatro tarjetas amarillas y una sustitución porque Seydou Doumbia tuvo que dejar su lugar a Bas Dost por lesión.

Una victoria por inercia

Tras llegar al descanso con esas sensaciones de partido carente de ritmo y sin ocasiones, el segundo acto comenzó de una gran manera para el club culé. Porque los visitantes se adelantaron con un gol de Sebastián Coates en propia meta, que marcó sin querer después de que Luis Suárez no acertara a rematar una falta botada por Lionel Messi. Se abría por tanto un partido diferente para el conjunto azulgrana, que se ponía por delante fuera de casa ante un rival que previsiblemente podría dejarle más espacios.

GOOOOOOOOOOOL DEL BARÇAAAAAA! GOOOOOOL DE SUÁREZ (0-1) #ForçaBarça pic.twitter.com/h5dboWxqXP

— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) 27 de septiembre de 2017

Y desde ese tanto los de Valverde lograron tener más posesión de balón, controlaron el ritmo del juego de una forma más cómoda. Pero como en la primera parte, sin crear demasiadas ocasiones, ni buscando claramente el segundo gol. No terminaron de apretar a un rival claramente inferior, confiados sin duda en su buena racha y poderío. Y eso pudo costar caro a los azulgranas, ya que los portugueses dieron mucha sensación de peligro en todas sus llegadas a portería. De hecho tuvieron la más clara en una parada de Marc-André Ter Stegen, y hasta el último momento tuvieron posibilidades de empatar.

Pero el FC Barcelona hizo valer finalmente ese gol afortunado, encadenando su segundo triunfo en Europa esta temporada, y se coloca líder de su grupo con seis puntos. Los culés no estuvieron brillantes, pero sí resolutivos y en noches como estas al final es lo que termina contando. A la espera de encontrar el rumbo, los de Ernesto Valverde siguen adelante sin accidentes ni tropiezos, ganando confianza cada día y haciendo los deberes. Pero queda mucha tela por cortar aún...