Liga de Campeones | Messi desatasca y el FC Barcelona golea

Por Rafael Castro
6 min.
El FC Barcelona sigue buscando talentos @Maxppp

La escuadra azugrana se ha impuesto al PSV Eindhoven (4-0) en el debut de esta nueva edición de la Liga de Campeones. Los culés sacaron adelante un partido trabajado, que desatascaron gracias a una genialidad de Lionel Messi, y que culminaron Ousmane Dembélé y el argentino, autor de un triplete, para dejar los tres primeros puntos europeos en el Camp Nou.

ElFC Barcelona no ha podido, desde aquella noche del 10 de abril en Roma, ocultar su obsesión por la Champions League. Aquella derrota hizo mucho daño por la manera en que se produjo y por el hecho de que el Real Madrid logró en Kiev la decimotercera, la tercera de forma consecutiva. Por eso este día del regreso de la Liga de Campeones estaba marcado en rojo en el cuadro culé, donde desde cualquier aficionado hasta el nuevo capitán, Lionel Messi, reconocían que es el gran reto de la temporada. Aunque también la gran obsesión, algo que podía convertirse en un auténtico peligro para los azulgranas en un grupo nada sencillo. Hoy visitaba el Camp Nou el PSV Eindhoven. Sobre el papel el partido más sencillo de los seis, pero nadie se fiaba de los holandeses. Por plantilla, estado de forma y la atípica hora del inicio del choque.

Sigue después de este anuncio

Y el inicio de partido se correspondió sin duda con esa sensación. Más bien toda la primera parte, con una escuadra holandesa que se atrevió de inicio con una presión alta que no dejaba jugar de forma cómoda a los locales, que si bien pasaban rápido la primera línea de presión se encontraban espesos después en ataque. Fundamentalmente porque Lionel Messi tardó en aparecer. Escorado en principio en banda derecha, pasaron unos cuantos minutos hasta que comenzó a combinar con Philippe Coutinho, sin duda un socio a su altura para jugar rápido a uno o dos toques, mientras Ousmane Dembélé hacía la guerra por su cuenta y Luis Suárez s fajaba como de costumbre con la defensa rival. Para entonces, que había pasado ya un cuarto de hora, el PSV había dispuesto de dos ocasiones claras que llevaron el temor a las gradas del Camp Nou. De hecho es esta sin duda la gran preocupación de los de Ernesto Valverde en la presente temporada: con poco esfuerzo los rivales le generan demasiado peligro. Un aviso que no se debe olvidar. Eso sí, el potencial de los culés, especialmente en ataque, es muy superior y por eso no le cuesta demasiado generar peligro. Aprovechando la amplitud que siempre genera como local, el FC Barcelona comenzó a asediar el área de Jeroen Zoet abriendo bien las bandas. Casi todos sus hombres de ataque dispusieron en ese momento de ocasiones para marcar, pero les faltó claridad de ideas en los instantes finales. Parece que el nuevo escenario de la Champions mantenía a todos en un estado de nervios preocupante, que solamente alguien podía paliar.

Leer Roberto De Zerbi no sabe nada de Ansu Fati

Y fue, como siempre el de siempre, el que destascaba el partido a la media hora de juego. Tras una conducción de Ousmane Dembélé, que tiene tanta facilidad para sortear rivales en carrera como para trabarse en el momento más oportuno, el argentino marcaba el primer gol de esta Champions League de falta. Aunque lo hayamos visto mil veces, aunque el PSV trataba de evitar un golpeo raso como el que condenó al Deportivo Alavés en el inicio de Liga, aunque el portero se estire con tiempo al palo donde sabe que irá la pelota. Da lo mismo. La clase de este futbolista no tiene límites y se ha convertido también en uno de los mejores especialistas en golpes francos del planeta. Un golpeo magistral para llevar la tranquilidad al feudo culé, que veía a su equipo atascado y sin la frescura de otras ocasiones. Un gol para abrir la lata, pero que no achicó ni mucho menos a un PSV Eindhoven que tendría la última ocasión del primer acto por medio de Luul De Jong. Los holandeses no se habían rendido y todo seguía en el aire.

Sigue después de este anuncio

Dembélé acabó con los nervios

El FC Barcelona parecía avisado de lo que es la Champions League, y por si fuera poco el PSV Eindhoven terminaba de recordárselo: una competición de detalles en la que no puedes perdonar. Los neerlandeses mantuvieron su arriesgada y meritoria apuesta en el segundo acto, sin notar bajones físicos y jugando con el estado de inquietud que el corto marcador ejercía en su rival. Además los culés se fueron convirtiendo en un equipo cada vez más largo, con los tres delanteros descolgados y solamente preocupados de labores ofensivas. Y el partido fue entrando en una dinámica peligrosa de ritmo bajo y ocasiones para ambos en la que a los azulgranas no les convenía entrar. Pero lo hicieron, y llegaron en ese tiempo las mejores ocasiones de los visitantes, entre los minutos 60 y 65, acumulando hasta tres llegadas peligrosas.

Los locales también asustaron, especialmente con un disparo al larguero de Luis Suárez que pudo haber llevado tranquilidad. Pero el tramo final del encuentro se acercaba, el marcado se mantenía con ese 1-0 y todo estaba más que abierto. Hasta que apareció Ousmane Dembélé, que no es el de siempre pero sí parece ser el de esta temporada. El francés, que en ocasiones parece jugar a algo diferente de sus compañeros, conduciendo demasiado, asociándose poco y como fuera de lugar, se ha convertido paradójicamente en la mejor arma ofensiva de los culés para los malos momentos. Quizás porque es imprevisible, tiene más libertad que Luis Suárez o Lionel Messi. Y obviamente porque tiene una indiscutible calidad, maneja bien la pelota con ambas piernas y, lo que es importante: se atreve a terminar jugadas y a disparar desde fuera del área.

Sigue después de este anuncio

El encuentro entró entonces en una fase más favorable ya para los locales, que poco después ampliaban la ventaja con un tanto de Lionel Messi fruto de una gran jugada colectiva. Aunque se empañó el duelo casi al final con la expulsión de Samuel Umtiti, muy lejos de su nivel en este arranque de temporada y permanentemente desquiciado en todo el partido, comietiendo muchas faltas. Entró en su lugar Clément Lenglet por un Philippe Coutinho a quien Valverde quiso dosificar. En Londres ante el Tottenham será sin duda la primera gran prueba de fuego para el ex del Sevilla, fichaje de altura sin duda para este tipo de compromisos.

Fue sin duda alguna la nota negativa, junto con las muchas ocasiones concedidas, de un FC Barcelona que superó el trámite, con más apuros de los previstos, y que dio un primer paso importante en busca de los octavos de final. Lo mejor: que Lionel Messi va en serio en esta Liga de Campeones, pues ya en los instantes finales anotaba el tercer gol de la noche para su escuadra, poniendo un importante 4-0 que podría acabar siendo vital en un grupo que se antoja sumamente igualado.

Sigue después de este anuncio

Noticias

Sigue después de este anuncio