La Champions destapa las carencias del Real Madrid

Era un partido con trampa y el Real Madrid estuvo a punto de caer en ella. Un equipo modesto y sin apenas tradición en la Champions League parecía el rival más propicio para un conjunto blanco que tras su dubitativo arranque de curso había sido capaz de enganchar cuatro victorias seguidas. Sin embargo, el Ludogorets, con lo justo, destapó las aún evidentes carencias del cuadro merengue.

Para empezar, el equipo búlgaro demostró que en el fútbol la actitud juega un papel determinante y que gracias a ese espíritu combativo se puede poner en apuros al mismísimo campeón de Europa. «El partido ha sido un chiste, porque el Real Madrid se lo ha tomado a broma. El Madrid no ha hecho un partido digno de Champions League», aseveró el periodista de la Cadena COPE, Manolo Lama, al término del choque.

La frialdad y tal vez pasotismo con la que los madridistas afrontaron el partido permitió a los de Razgrad adelantarse en el marcador gracias a una acción a balón parado, otra de las más que evidentes lacras del Real Madrid. «Seguimos trabajando para arreglar esto. Es el mismo gol que encajamos ante el Atlético y la Real. Hay que dar más cobertura al primer palo. Pusimos a los mejores con Cristiano y Bale, pero encajamos otra vez y tenemos que seguir. Estamos poniendo atención en esto», reconoció el propio Carlo Ancelotti.

Aunque el técnico blanco no quiso poner ni un pero a la actuación de sus jugadores, el segundo encuentro de la fase de grupos de la Champions también alimentó las sospechas sobre el bajo rendimiento de Gareth Bale, la irregularidad de Iker Casillas, la inconsistencia defensiva de Álvaro Arbeloa o la capacidad de Javier Hernández para convertirse en una verdadera alternativa a Karim Benzema. Y es que, al final, el galo tuvo que saltar desde el banquillo para resolver un partido que el Real Madrid nunca pareció llegar a tomarse en serio.