Liga de Campeones | El Liverpool asalta al Bayern Múnich

Por Redacción
4 min.
Sadio Mané abrió la lata para los reds @Maxppp

La eliminatoria sin duda más igualada de estos octavos de final, se ha decidido con un triunfo contundente de los reds, que han sabido aprovechar el valor doble de los goles en campo contrario para liquidar a su rival (1-3) con un partido serio y certero en ataque. Los bávaros quedan fuera de cuartos por primera vez en muchas temporadas.

Cuando el sorteo los emparejó en diciembre el Liverpool estaba seguramente en mejor momento, aunque la prioridad de los de Jürgen Klopp era entonces la Premier League. Ahora el campeonato doméstico se les ha complicado a los reds (aunque siguen manteniendo muchas opciones) porque el Manchester City les dio caza. En elBayern Múnich ha sucedido lo contrario, pues los bávaros han recuperado el terreno perdido en Bundesliga y unas sensaciones mejores en este inicio de 2019. Sin embargo aquí estamos en otro contexto. Es la Champions League y el partido de ida quedó en un ambiguo 0-0 que ni beneficia ni perjudica a nadie. Un partido donde los germanos podrían llevar la iniciativa al ser locales y los ingleses esperar su oportunidad con espacios, en los que tanto daño hace su ya archiconocido tridente ofensivo.

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Fue precisamente uno de los miembros de esa delantera subcampeona de Europa el que abría el marcador, encontrando precisamente lo que su entrenador había venido a buscar. Tras unos primeros 25 minutos de control por parte de los germanos, un error complicaba todo.Un pase largo de Virgil Van Dijk fue mal defendido por Rafinha en banda derecha, ya que no fue capaz de coordinarse para hacer el fuera de juego y además le faltó contundencia para frenar al siempre potente Sadio Mané, que no se puso nervioso ante la salida de Manuel Neuer, quizás un tanto precipitada. Abría el africano el marcador después de que los ingleses hubieran hecho muy poco, pero justo aquello a lo que estaban jugando.

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Sin embargo, los partidos en Alemania siempre son largos. Aunque el gol de los reds les daba un cierto colchón por el conocido valor doble de los tantos fuera de casa, el Bayern Múnich nunca pone las cosas fáciles.La tradicional maquinaria de juego constante de los germanos se activó con mayor ahínco en ese momento, sabedora de que necesitaba una remontada que no se podía posponer. Y, fruto de las constantes cargas sobre el área rival, llegaba en el 38' el empate, que fue de Joel Matip en propia meta ante el sempiterno empuje de un activo Robert Lewandowski, que estuvo siempre siendo un incordio para la retaguardia del combinado de Anfield.

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Los reds sentencian

El partido estaba para que cualquier gol desnivelara todo. No parecía el Liverpool capaz de sobreponerse a un mazazo de los germanos pero nunca lo sabremos. También es cierto que, pese a que el equipo de Jürgen Klopp parece carecer del control de los partidos que tienen otros grandes, dominan bien este tipo de escenarios y los duelos de ida y vuelta. Son contundentes en las dos áreas y por eso la temporada pasada alcanzaron la final, donde perdieron precisamente por los fallos propios de su conocido portero. Pero hoy en el Allianz Artena apenas los han cometido y han penalizado mucho los de su rival. Además los británicos lograron, contra pronóstico, a su rival que estuvo menos fino de lo que nos ha acostumbrado en los últimos años.

Lo hizo Virgil Van Dijk en el 69' con un cabezazo a la salida de un saque de esquina, aprovechando una de las ocasiones que los reds tuvieron hasta ese momento. Un gol que, con 20 minutos por delante, obligaba a los germanos a anotar dos, algo que no habían conseguido en los 70 minutos anteriores ni en todo el partido de ida. Una gesta que parecía imposible y así fue. Para el club inglés fue el gol ideal en el momento perfecto, con la posibilidad de jugar ya sin complejos a la contra para sentenciar el choque.

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Fue precisamente así como Mané haría el último gol de la noche, la sentencia en el minuto 84, para liquidar ya de una vez por todas todas las opciones de los alemanes. Un gol que puso de manifiesto la mayor contundencia de un Liverpool al que este triunfo dará sin duda alguna mucha moral para la Premier League. Y que completa el pleno de los ingleses en cuartos de final, donde las probabilidades de que algunos se crucen entre sí son muy altas. Los reds, todavía impulsados por su gran final de temporada pasada y su inicio de la actual, están en disposición de ganar los dos grandes títulos del curso y parecen haber superado el bache que les hizo dilapidar a comienzos de año su ventaja en la Premier. En cambio, el Bayern Múnich de Niko Kovac pone punto y final a su historia europea esta noche, y probablemente puede que sea también el punto de inflexión del proyecto. Le quedan dos competiciones aún, así que habrá que ver cómo le afecta al equipo esta derrota en ellas.

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