Liga de Campeones | El Real Madrid brilla en su regreso a su competición

El campeón regresaba a la Champions League. Absoluto dominador de un máximo torneo continental del que se ha llevado las tres últimas ediciones, el Real Madrid quiere seguir sumando muescas en su revólver. Pese al adiós de dos piezas fundamentales en los últimos éxitos como Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo, el cuadro de Concha Espina sigue siendo uno de los grandes favoritos para levantar un trofeo cuya final se disputará en el Wanda Metropolitano.

Todavía resta un mundo para que los aficionados de todo el mundo centren sus miradas en el partido del año que acogerá el feudo rojiblanco. Sin embargo, y dado que hablamos de una competición que permite muy pocos despistes, el partido contra la Roma –rival más complicado de los blancos en esta fase de grupos y verdugo del FC Barcelona en la pasada edición- no se prestaba al despiste para la escuadra dirigida por Julen Lopetegui.

El Real Madrid se exhibe con toque y velocidad

Consciente de la importancia del choque y lo que significaría la victoria para el futuro en un grupo en el que es claro favorito para acabar como primero,el campeón de Europa saltó al césped con la clara intención de convertirse en el dueño del esférico ante una Roma a la que se le han visto las costuras en los primeros compases de curso en Serie A.

Todavía no se habían alcanzado los diez primeros minutos de envite cuando el Real Madrid ya había tenido tres claras ocasiones de gol. La escuadra local hilvanaba el juego con fluidez y comenzaba a hacerse merecedor del primer tanto. Las ocasiones se sucedían pero el gol no llegaba. Gareth Bale se convertía en una auténtica pesadilla para un Aleksandar Kolarov que poco o nada podía hacer para frenarle. La Roma, por su parte, se limitaba a aguantar las acometidas como podía y evidenciaba unas notables problemas defensivos que en esta temporada ya le ha costado un buen puñado de puntos.

Las oportunidades para los de Julen Lopetegui se sucedían pero los atacantes blancos no terminaban de concretarlas. Hasta que apareció Isco. Era el minuto 42 cuando el centrocampista malagueño abría el marcador. Era por medio de un libre directo.El andaluz acompañaba el balón a la red con una sutil caricia desde el borde del área y ejercía de juez impartiendo justicia en el marcador. Fue precisamente con esta ventaja mínima (1-0) como se alcanzaba el descanso.

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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) 19 de septiembre de 2018

El descanso no significaba demasiados cambios en lo que habíamos visto en los primeros cuarenta y cinco minutos. Así, el Real Madrid seguía percutiendo sobre la portería rival y seguía sumando ocasiones de gol. Así, Gareth Bale en los minutos 49 y 50, y Luka Modric en el 54, tenían la oportunidad de ampliar la ventaja en el marcador. Era precisamente de una combinación entre los dos ex futbolistas del Tottenham de donde nacía el 2-0. El centrocampista balcánico lanzaba un sensacional pase en diagonal para que el ciclón galés exhibiera su velocidad y definición. De este modo, ya es el cuarto tanto en los seis partidos oficiales que ha disputado el de Cardiff en esta 2018-2019.

Con la victoria en el bolsillo y una rotunda superioridad en el césped, el Real Madrid se gustaba mientras divertía a un entregado público del Santiago Bernabéu. Mariano comparecía en el terreno en el minuto 72 entre vítores y mostraba su entrega con y sin balón. Sin embargo, la jugada del partido la protagonizó Marco Asensio. El balear recogía dentro del área un pase de Isco y realizaba una espectacular ruleta antes de finalizar sin mirar. Únicamente una sensacional intervención de Robin Olsen impedía que la jugada se tradujera en gol. No pudo el sueco, sin embargo, evitar un sensacional gol del redebutante Mariano desde el fuera del área para sellar el 3-0 en el 90. Pese a la derrota, el guardameta visitante ha sido el mejor futbolista de la escuadra romana sobre el terreno de juego protagonizando hasta siete intervenciones para salvar a los suyos de una goleada vergonzosa.

Excepcionales sensaciones las que ha dejado el campeón en su regreso a la máxima competición continental. Con un juego coral y brillante, transiciones rápidas y generosidad en el esfuerzo de todas sus piezas, no cabe duda que este Real Madrid es tan distinto a lo que nos venía acostumbrando en las últimas temporadas como ilusionante cuando se ven sus evoluciones sobre el terreno de juego. Resta ahora que estas buenas sensaciones se traduzcan en títulos.