Liga de Campeones | El Sevilla tira de épica para firmar una remontada para el recuerdo

El Sevilla ha protagonizado una remontada para el recuerdo para dejar casi cerrada su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones, si bien deberá esperar al último choque de la fase de grupos para definir su suerte en la competición. El equipo andaluz ha mostrado dos caras y termina sumando un punto merced a un meritorio empate (3-3) que llegó prácticamente sobre la bocina con el tanto de Pizarro. Mal construido atrás, con el fichaje más caro de su historia (Muriel) en el banquillo, todo hacía prever que el partido de hoy duraba apenas treinta minutos. Ese es precisamente el tiempo que tardaron los visitantes para batir en tres ocasiones a Sergio Rico. Un auténtico golpe en la mandíbula que provocaba que varios de los aficionados locales se marcharan… prácticamente todos se estarán arrepintiendo ahora, pues la remontada terminó llevándose a cabo.

Primera parte para olvidar

La mejor noticia del día para el Sevilla llegaba en la previa. El modesto Maribor lograba arrancar un empate prácticamente sobre la bocina en su visita a Moscú y dejaba al Spartak con la miel en los labios. Con el empate ante los eslovenos el cuadro ruso se quedaba con únicamente seis puntos y daba al Sevilla la oportunidad de dejar su pase sellado a los octavos de final. Con siete puntos antes del envite ante el Liverpool, la escuadra dirigida por Eduardo Berizzo se jugaban la primera plaza del grupo E ante los de Anfield.

Sin embargo, y cuando apenas habían transcurrido dos minutos los de Jürgen Klopp se ponían por delante en el marcador. El del brasileño Firmino es uno de esos típicos goles que siempre se apunta son anotados antes incluso de merecerlo. Invicto en el Sánchez Pizjuán desde que el noviembre del pasado la Juventus se llevó la victoria de tierras hispalenses el Sevilla tenía que ponerse a remar para estirar esta buena racha. Sin embargo, no fue así. Pese a un buen par de oportunidades en las botas de Ben Yedder y Nolito, la escuadra inglesa era la que daba dos golpes sobre la mesa y se ponía con 0-3 en el marcador después de apenas media hora. Era precisamente con este resultado con el que ambos conjuntos se marchaban al túnel de vestuarios. En ese momento prácticamente nadie hubiera apostado ni un euro por los del Nervión.

Reacción tras el descanso

No sabemos que les dijo Eduardo Berizzo a sus pupilos en su vestuario. Con 0-3 después de una primera mitad en la que fue netamente inferior que su rival, todo hacía indicar que la historia se repetiría tras el descanso… nada menos lejos de la realidad. Los locales lograban batir la portería de Karius en apenas 15 minutos y devolvían la fe a su afición. El autor del doblete fue un Ben Yedder que ya se ha convertido en el máximo goleador del equipo en la máxima competición continental.

Parecía que los dos tantos logrados acababan con la batería de los locales. Sine embargo, no fue así y a base de casta y ganas los de Eduardo Berizzo lograban empatar en choque. Era prácticamente sobre la bocina cuando Pizarro obraba el milagro entre gritos de "Qué bote Nervión". Después de una primera parte para olvidar, los sevillistas sacaron su espíritu para dejar a las claras que están muy vivos.