Liga de Campeones | El FC Barcelona resucita en Wembley

Por Rafael Castro
6 min.
El FC Barcelona sigue buscando talentos @Maxppp

Los catalanes logran una importante victoria (2-4) en la que han mostrado un fútbol convincente pero también fallos importantes en defensa ante el Tottenham. Los culés tuvieron el encuentro de cara, supieron sufrir y decidieron de nuevo con un Lionel Messi que quiere esta Champions League.

Era el cuarto partido oficial del FC Barcelona en el estadio de Wembley en su historia. Y siempre había vencido la entidad catalana en este escenario. En el antiguo estadio ganó a la Sampdoria (1-0) su primera Copa de Europa en 1992. Volvió siete años después para jugar en el mismo torneo ante un Arsenal que no podía jugar en Highbury Park (ninguno de los dos estadios sobreviven) y los culés también vencieron (2-4). El último recuerdo es más reciente, de 2011, en esa final que coronó al equipo de Pep Guardiola como 19 años antes había ocurrido con el de Johan Cruyff. El campo de la FA siempre había dado por tanto grandes alegrías al conjunto azulgrana, siendo su gran estadio fetiche y de grato recuerdo para sus aficionados, que han vivido en él dos de las mejores noches de la historia de la entidad.

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Y desde luego que este campo tiene algo especial para los culés. Llevaban una mala racha en Liga de Campeones fuera de casa en las últimas temporadas. El curso pasado solamente lograron anotar 2 goles (uno de ellos de Coates en propia meta) y apenas convencieron lejos de su estadio. Pues bien, no se llevaban ni dos minutos de juego cuando Philippe Coutinho había adelantado a los visitantes. Aunque es justo decir que Hugo Lloris, el capitán y portero de la Francia campeona del mundo, colaboró con una salida inexplicable para tapar un centro de Jordi Alba, que evidentemente no desaprovechó el regalo y dejó al brasileño en posición franca. Ya en la final del Mundial vimos al galo tener otro error de bulto, y hoy cuando volvía a la titularidad apenas tardaba un par de minutos en dudar y eso le costaba a los spurs comenzar el partido cuesta arriba. Tocaba remar y encima con un once prácticamente de circunstancias, con bajas sumamente importantes como las de Dele Alli, Jan Vertonghen o Christian Eriksen. En cambio, para los de Ernesto Valverde, que llegaban con muchas dudas, esta ayuda les vino de maravilla. Vimos en los siguientes minutos a un Lionel Messi más activo que nunca, defendiendo y presionando, bajando a crear juego hasta la zona del mediocentro, Parece que el argentino no va de farol con eso de que quiere esa “linda Copa”… Refugiado en el 4-4-2 que la temporada pasada le dio buenos resultados, el equipo del Txingurri apenas concedió terreno ni ocasiones a su rival, no sufrió mucho en defensa en esa primera parte y apenas hubo un par de jugadas peligrosas de los ingleses.

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Poco a poco y tras varios minutos en los que el Tottenham intentó arrinconar a los azulgranas, éstos se fueron haciendo con el control del juego. Cabe destacar en ello la aportación de Arthur, un jugador que puede dar mucho a este equipo, pues demostró ser un centrocampista que apenas pierde balones, encuentra buenas soluciones con sus pases, ordena el juego con tranquilidad y sabe ocupar los espacios vacíos. Cierto es que ha sido su primer partido relevante y con protagonismo hasta ahora, y que desde el primer momento su escuadra lo tuvo todo a favor. Pero hay que decir que desde la marcha de Xavi Hernández necesitaban los culés un jugador así. Aun es pronto para sacar conclusiones, apenas lleva unos pocos partidos, pero es una gran noticia en este proyecto nuevo. Habrá que ver si Messi también acierta en su pronóstico con él. Como decíamos antes de entretenernos con el brasileño, poco a poco los culés fueron dominando el juego, generando más ocasiones y haciendo daño al Tottenham en sus llegadas. En una de ellas, de nuevo por la banda izquierda, Philippe Coutinho peleó un balón que parecía destinado a perderse para que Ivan Rakitic marcara un precioso gol de volea y ampliar las distancias. No apabullaban los azulgranas quizás como en otros tiempos u ocasiones, pero manteniendo las líneas juntas, un gran sacrificio defensivo, y decidiendo dónde arriesgar los últimos pases o acciones, el FC Barcelona vencía y convencía al descanso ante un desmejorado equipo londinense que no encontraba la fórmula para frenar a su rival.

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Locura, sufrimiento y Messi

Si en la primera parte vimos un partido con ritmo lento, especialmente porque el Tottenham apenas inquietó la meta rival, la segunda parte fue prácticamente una locura. Un ida y vuelta muy típico del fútbol inglés, que comenzó con dos claras ocasiones de Lionel Messi, dos jugadas calcadas partiendo desde la banda derecha, con dos tiros rasos que dieron al palo derecho de Hugo Lloris. Con apenas 3 minutos de diferencia, el argentino enviaba el balón al mismo lugar, no pudiendo encontrar portería para sentenciar el partido. Los culés tenían espacios pero no lograban sentenciar y esto en Champions League ya sabemos que suele pagarse. De hecho, Harry Kane encontró portería en la siguiente jugada, en un gol marca de la casa revolviéndose dentro del área en el primer acercamiento de los spurs en el segundo acto. Una jugada que la defensa culé no acertó a despejar bien. De nuevo la fragilidad en defensa y el miedo en el cuerpo para los de Ernesto Valverde, que lamentaban las dos jugadas de su capitán al palo.

No obstante, la Pulga iba a redimirse poco después con una diana con sello de este FC Barcelona.La jugada la hemos visto decenas de veces: Lionel Messi abre para Jordi Alba, quien tras llegar a línea de fondo busca al 10. En este caso el amago de Luis Suárez despistó a la zaga azulgrana y Messi no falló: su preciso disparo entraba en la portería del Tottenham para anotar el tercero. Llegaron en ese momento minutos de tranquilidad para los culés, y quizás de relajación. Un error de Clément Lenglet en la salida de balón dio un balón franco a Erik Lamela, quien vio portería tras rebotar su disparo en el defensa francés. Una diana que llenó de nerviosismo al FC Barcelona, que tras tener su partido bien atado veía cómo los spurs no se rendían y quedaban muchos minutos por delante en un partido muy abierto.

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De hecho los de Ernesto Valverde tuvieron serios momentos de duda, e incluso Clément Lenglet tuvo que salvar una ocasión clara para los británicos. Pero seguramente habría sido injusto por lo visto en el campo, especialmente para un Lionel Messi que justo al final del tiempo reglamentario encontró de nuevo la portería de Hugo Lloris. Un premio al gran esfuerzo del argentino en todo el partido, al que se ve especialmente motivado esta temporada en Champions LEague, donde ya suma 5 goles. Lionel Messi ha puesto la sentencia para los culés en Wembley, donde ya marcar en la final de hace 7 años. El gol daba además tranquilidad a los azulgranas, que llegaban después de una semana complicada, y que sin duda deberán sacar una lección importante, si no la han aprendido en los últimos años. En la Champions League es decisivo controlar los detalles, saber aprovechar las oportunidades y no conceder nada al rival.

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