Liga de Campeones | La magia de Messi guía al FC Barcelona

Por Redacción
5 min.
FC Barcelona @Maxppp

El cuadro culé llegaba a la quinta jornada de la fase de grupos ya clasificado y solamente con el deber de intentar lograr el primer puesto del grupo. El equipo de Ernesto Valverde firmó un partido discreto hasta que su capitán quiso terminar con la incertidumbre para liquidar a los holandeses (1-2).

El FC Barcelona se presentaba hoy en Eindhoven tras dos empates y una derrota en sus tres últimos encuentros, con algunas dudas en fases de su juego como la defensa y muchas más bajas de las esperadas por Ernesto Valverde. Por si fuera poco a última hora conocíamos que Samuel Umtiti se sumaba a las mismas por repetirse las molestias de su rodilla izquierda que ya lo tuvieron dos meses en el dique seco. Habrá que ver qué sucede con el francés y si es necesario fichar a un central en enero. Pero mientras tanto el cuadro culé tenía hoy que intentar resolver el grupo sellando la primera plaza a falta de una jornada para la conclusión de esta primera fase de la Liga de Campeones. Y lo hacía en casa de la teórica Cenicienta del grupo, que sin embargo ha dado bastante guerra en todos sus partidos.

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Y hoy no fue ninguna excepción. El dato al término de la primera parte era sin duda los tres postes estrellados por los de Marc Van Bommel en la meta de Marc-André Ter Stegen. Primero fue Gastón Pereiro (14’) y ya al filo del descanso De Jong y Dumfries en una misma jugada, los que vieron cómo el caprichoso balón no se colaba en la meta del alemán para adelantar al PSV. Entre medias, un partido abierto con múltiples alternativas para ambos equipos, que primero fue especialmente de color neerlandés, con una presión alta que impedía al club azulgrana conectar con sus hombres de ataque. Solamente las cabalgadas en solitario de Ousmane Dembélé y sus cambios de ritmo, así como la infatigable lucha de Arturo Vidal, daban aire a los culés, arrinconados por un equipo valiente. Cuando lograron sacarse la presión de encima había transcurrido la mitad del primer acto, pero entones ya aparecieron los de siempre. Ivan Rakitic dominó el medio, Jordi Alba fue tan incisivo como acostumbra y Lionel Messi metió miedo con sus ataques y combinaciones con Philippe Coutinho.

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No fue sin embargo suficiente para batir a Jeroen Zoet, quien se vio salvado en dos ocasiones por sus compañeros, que le sacaron sendos goles de la misma línea de gol. Parecía que el FC Barcelona tomaba de nuevo el rumbo correcto, pero el conjunto neerlandés no se conformó y con su arreón final, con esa doble ocasión estrellada en la madera de los locales, dejó el partido de nuevo con un interesante suspense para la segunda parte. Ninguna de las dos escuadras se jugaba demasiado, y quizás esto podría propiciar un choque más abierto y entretenido en la segunda parte.

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Lionel Messi pone la magia

El segundo acto comenzó con ocasiones de Lionel Messi y Ousmane Dembélé, a las que respondieron los holandeses con otras tres consecutivas. Se irá el FC Barcelona de Holanda con los deberes hechos pero también con las mismas dudas en defensa que ha arrastrado en gran parte de la temporada. Los de Marc Van Bommel remataron demasiado al cuadro culé, que quizás estuviera más relajado que de costumbre, pero que bien pudo haberse ido con uno o dos goles más en contra esta noche de la casa del PSV. La mala fortuna y el poco acierto de los neerlandeses evitó un nuevo revés para los catalanes, que una vez más lograron sacar adelante sus deberes hoy, gracias a su alumno más aplicado.

Mientras los sustos se sucedían en la portería de Ter Stegen, que tuvo bastante trabajo, el argentino aparecía como siempre para decidir. Primero con un gol marca de la casa, en el que mostró toda su habilidad con la pelota, con una genial maniobra en el área para batir a Zoet por su propio palo. Un recital de fintas y amagos de la Pulga, que volvía a ser determinante y que demostraba que quiere esta Liga de Campeones. Pero no se quedó su recital aquí. Después, ubicado en su puesto predilecto de falso delantero centro, era el encargado de lanzar el ataque y buscar de forma constante a sus compañeros para generar más peligro. Aunque lo logró a balón parado, cuando botó una falta de forma inesperada para que Gerard Piqué pusiera el segundo en el marcador.

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Una diana que parecía dejar el partido finiquitado, pero que en cambio no provocó que el batallador PSV Eindhoven se rindiera. De hecho Luuk De Jong daba esperanzas a los holandeses en la recta final con un tanto de cabeza, que sin duda hacía justicia para los locales, que mostraron una buena cara y crearon un sinfín de ocasiones. De hecho los locales pudieron bien empatar en la recta final, en la que el equipo catalán mostró todos sus peores defectos de este curso, con muchos errores en una defensa que sigue siendo frágil. Sin embargo la buena noticia sigue siendo Lionel Messi, que sigue en serio en su intento de conseguir una nueva Liga de Campeones. Nada parece motivar hoy más al argentino y eso es sin duda la gran esperanza de los culés de cara al futuro, que ahora pasa por esperar a diciembre para conocer al rival que vendrá en febrero y marzo en este torneo. Lo único que se sabe es que la vuelta será en el Camp Nou al haberse asegurado ser primero de grupo.

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