Liga de Campeones | El Atlético de Madrid no encuentra el rumbo

Por Rafael Castro
4 min.
Atlético Madrid @Maxppp

El cuadro rojiblanco no logra pasar del empate en su visita al Qarabag, ante un rival claramente inferior al que no ha podido ganar (0-0). La presión, los nervios, la falta de ideas, de gol y de contundencia en ataque lastran a un equipo colchonero que se complica su clasificación para octavos de final.

Aunque sobre el papel el Atlético de Madrid es superior al Qarabag, el rival más modesto del grupo más complicado de esta Champions League, el duelo tenía trampa, como ya se vio. Más bien muchas. Llegaban los colchoneros con la imperiosa necesidad de ganar tras haber sumado solamente un punto ante Roma y Chelsea. A un escenario desconocido, a una hora nada habitual porque los duelos de Azerbaiyán se juegan a las 18:00 (hora de España). Sin jugadores importantes como Koke o Juanfran en la alineación inicial, con Antoine Griezmann que fue duda hasta el último momento… En definitiva, muchas cosas atípicas. Entre ellas que Diego Simeone decidiera apostar de inicio por los hasta ahora denostados Kevin Gameiro y Nico Gaitán.

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Se entiende su apuesta en la medida en la que ha buscado velocidad por las bandas, desborde y sorprender a una defensa que ha demostrado tener muchas lagunas defensivas, amén de acumular muchos jugadores en defensa. La pega es que hoy era una tarde importante y quizás no demasiado apta para experimentos, algo que se notó en la primera parte. Al argentino y al francés se los vio faltos de ritmo, de automatismos que indican que no han jugado mucho. En el caso del galo, esto fue especialmente patente en sus malos controles de pelota, que malograron varias ocasiones claras con las que los rojiblancos podrían haberse ido con ventaja al descanso.

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Porque merecieron los madrileños el gol en el primer acto. Aunque hemos mencionado a Gameiro, las ocasiones más claras corrieron a cargo de Yannick Ferreira Carrasco y Antoine Griezmann, que fallaron dos mano a mano frente a Sehic, portero del club azerí que salvó a los suyos de irse por debajo al descanso. Saúl o Giménez también rondaron el gol con sendos cabezazos. Porque, cuando el Atlético de Madrid ponía una marcha más, encontraba ocasiones con facilidad, ya fuera mediante triangulaciones por el centro, aprovechando las bandas o en jugadas de estrategia. El Qarabag se fue poco a poco arrinconando después de haber iniciado bien el partido, con 10 minutos en los que fue un equipo valiente y decidido. Poco a poco se imponía la lógica y el club colchonero sacaba el rodillo, aunque no de una forma tan contundente como se esperaba. Quizás los de Diego Simeone acusaban la presión de este duelo clave, y también es cierto que el equipo se encuentra más cómodo dejando la iniciativa al rival. No obstante, siempre estaba en el aire la sensación de que el partido solamente tendría historia hasta que llegara el primer gol visitante.

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Un Atlético de Madrid atenazado

Y fue precisamente el resultado lo que mantuvo con gran interés el encuentro en el segundo acto. Eso y las rápidas incursiones ofensivas del Qarabag, que hasta la expulsión de Ndlovu a falta de 15 minutos se mostró atrevido, incisivo y pudo dar un susto a Jan Oblak. Liderados por el español Míchel en la mediapunta, los locales se plantaban ante el portero colchonero prácticamente cada vez que superaban la línea de medios. Una situación sin duda sorprendente, porque como decíamos antes el que llegaba necesitado de los tres puntos era el Atlético de Madrid tras los resultados cosechados en las dos primeras jornadas. Si cualquiera hubiera visto el partido sin fijarse en el marcador hasta los diez últimos minutos, diría que el equipo de Diego Simeone iba ganando con comodidad.

Pero no era así. Una combinación de falta de acierto, de juego fluido, de escasez de ideas y de presión por la situación que se vivía, ponía contra las cuerdas al cuadro rojiblanco. El entrenador argentino quiso reaccionar metiendo en el campo a Thomas Partey primero (para sujetar el centro del campo) y después con un doble cambio de Fernando Torres y Ángel Correa. El argentino dio chispa en ataque, demostrando que está a un gran nivel en esta temporada. Y el de Fuenlabrada falló la ocasión más clara de los visitantes en el segundo acto, si bien reclamó penalti cuando falló un cabezazo de forma incomprensible a puerta vacía. Y mientras tanto, los azeríes dieron un par de sustos ya cuando el duelo expiraba, con un Atlético de Madrid volcado en la meta rival, a la desesperada en busca de los tres puntos. La imagen del partido es sin duda la de la última jugada, en la que Antoine Griezmann falló el último disparo en el área tras un balón parado.

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Se quedan los madrileños con solamente dos puntos, si bien tendrán los dos próximos partidos en casa para poder dar la vuelta a la situación. Dos duelos claves, aunque sin duda dependerán mucho de lo que suceda en el doble enfrentamiento entre Chelsea y Roma que se dirimirá a continuación. Al Atlético de Madrid le ha faltado gol, ideas y contundencia. Se echa en falta esa capacidad resolutiva que mostraban los colchoneros en los últimos años, mostrándose como uno de los clubes más fiables en Europa. En enero llegarán Diego Costa y Vitolo, a quienes se espera con gran expectación viendo la falta de gol del equipo. La única duda es que quizás ya sea demasiado tarde.

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