Liga de Campeones | Mohamed Salah reclama el trono... y la Roma otro milagro

Por Rafael Castro
7 min.
Liverpool FC @Maxppp

Exhibición de los reds y especialmente del delantero egipcio (5-2) ante una Roma que se vio sobrepasada por el torbellino ofensivo que es ahora mismo el equipo de Jürgen Klopp. El combinado inglés da el primer golpe para estar en Kiev y su estrella suma boletos para discutir el reinado a Cristiano Ronaldo y su Real Madrid en Europa. Sin embargo, la Roma sale con vida como sucedió en el Camp Nou.

Comparecían en la primera semifinal de esta Liga de Campeones los dos clubes por los que nadie habría apostado hace un mes que iban a estar en esta ronda. Liverpool y Roma eliminaron en cuartos de final a dos de los favoritos al título, y por tanto se plantaron con todo merecimiento en esta penúltima ronda de la máxima competición continental. Anfield se vestía de nuevo de gala. Una década después de acoger un partido de este nivel por última vez, el templo del fútbol a orillas del Merseyside retumbaba de nuevo con los cantos a capella de sus hinchas, entonando el famoso You will never walk alone de una forma que solamente suena en las grandes noches. Una noche para la historia, que acogía un encuentro entre dos escuadras de autor. Por un lado la velocidad del tridente de Jürgen Klopp, bien secundado siempre detrás por grandes trabajadores que permiten brillar a sus tres temibles balas. Por otro lado, un bloque compacto, el de Eusebio Di Francesco, que se plantaba en esta semifinal apostando por el 3-5-2 que tan buen resultado le dio hace dos semanas, aunque con Cengiz Ünder junto a Edin Dzeko en lugar de Patrik Schick. Preveía el entrenador italiano un encuentro con un ritmo vertiginoso, pero quizás no tanto. Desde luego no al que convenía a su equipo.

Sigue después de este anuncio

Ambos clubes salieron presionando arriba, haciendo el campo pequeño y permitiendo que viéramos un bonito intercambio de golpes en el que los locales se sentían más cómodos. Era uno de esos encuentros en los que no te puedes perder ni un segundo, ni siquiera para ajustar bien el banderín si eres el linier (le dio bastantes problemas). Un duelo de golpes en el que los italianos respondieron durante un cuarto de hora. De hecho Aleksandar Kolarov tuvo su mejor ocasión con un disparo que se fue al larguero. El Liverpool ya había avisado por medio del omnipresente Mohamed Salah y Roberto Firmino. Y los reds sufrían el primer contratiempo de la eliminatoria al perder por lesión a Alex Oxlade-Chamberlain, que se retiró en camilla en medio de una gran ovación de la grada. Y curiosamente, aunque le fallara a las primeras de cambio la apuesta a Jürgen Klopp con este contratiempo, la siguiente media hora de los suyos fue sinceramente descomunal. Con Georginio Wijnaldum en el campo, quien decidió recordar sus inicios como extremo para tirar constantemente diagonales; un incombustible James Milner tapando todos los huecos que aparecían, y Jordan Henderson a los mandos, los ingleses decidieron saltarse los trámites. Si la Roma fue capaz de ahogar al FC Barcelona en el centro del campo, el Liverpool decidió prescindir del mismo en una primorosa media hora en la que acogotó a su rival.

Leer ¡El estelar once de agentes libres en 2025!

Los reds buscaron un juego directo hacia sus tres estiletes, que emparejados con el trío de centrales de la Roma ganaron casi todos los duelos aéreos. Y los que perdían eran recogidos por su segundo tridente, el citado del centro del campo, lo que provocó una enorme superioridad de los locales y un sinfín de jugadas de peligro a un ritmo bestial. Sadio Mané tuvo (o más bien desperdició) las tres primeras oportunidades claras de los ingleses, especialmente la primera en la que mandó a la grada un mano a mano con Allisson. El brasileño, por cierto, era el mejor de los giallorossi, a los que sostuvo en el marcador hasta que apareció el hombre del momento. Mohamed Salah ya había avisado anteriormente con un disparo que el meta canarinho atajó. Pero en el minuto 36, con la pierna zurda y en el pico del área grande, firmó uno de los goles de esta edición de la Liga de Campeones. De no mediar la chilena de Cristiano Ronaldo (de hecho sin el portugués hablaríamos del mejor jugador de este torneo), sería el tanto de la competición. Después Dejan Lovren estrellaría otro balón en el travesaño, antes de que el egipcio abusara de nuevo de sus ex con otro tanto marca de la casa. Un desmarque impecable, un pase sensacional de Roberto Firmino y una definición de clase que pone de manifiesto que este delantero domina todos los registros. Es el jugador de moda en Europa y esta noche nos ha demostrado por qué.

Sigue después de este anuncio

¡Que siga la fiesta!

Si la primera parte había acabado con una exhibición del Liverpool liderada por Mohamed Salah, la cosa no había hecho sino empezar. Eusebio Di Francesco probó con una nueva tecla, introduciendo a Patrik Schick, pero de nada sirvió. Les faltó a los italianos la calma necesaria para poder leer el partido, la misma que también les faltaba a los delanteros de los reds, que viven a mil por hora. Con su velocidad siguieron desarbolando a la defensa giallorossa, incapaz de parar al torbellino Mohamed Salah, que en apenas cinco minutos (56’ y 61’) dio dos nuevas asistencias para que sus compañeros de tridente también se sumaran a la fiesta. Los goles de Sadio Mané y Roberto Firmino ahondaron más en la crisis de la Roma, que fue incapaz de seguir el altísimo ritmo propuesto por los británicos. Su presión alta, sus robos en zona de peligro, sus transiciones a toda velocidad… A muchos este sistema nos recordó al que ya hace cinco años llevó al Borussia de Dortmund del propio Jürgen Klopp a la final de Wembley.

Era toda una exhibición, que redondeaba el propio Firmino con un cabezazo a la red tras saque de esquina botado por James Milner. Un 5-0 que en ese momento dejaba a los reds con el billete sacado para Kiev. Un resultado sin duda contundente, sobre todo por lo visto en el terreno de juego, todo un festival inglés. Sin embargo, al entrenador alemán se le ocurrió quitar a su estrella en el minuto 75, y obviamente se llevó la ovación de la grada. Casi al mismo tiempo, Di Francesco apostaba por Maxime Gonalons y Diego Perotti. Sin Salah las revoluciones bajaron, y con Perotti llegó la calma necesaria que buscaban los transalpinos. Viniendo de una remontada como la que lograron ante el FC Barcelona, y con ese pragmatismo que siempre caracteriza a los equipos del Calcio, la Roma esperó su momento. O quizás lo encontró al aprovechar que las revoluciones de los reds bajaron notablemente. Es sin duda el punto débil de una apuesta tan exigente: cuando el físico baja y las fuerzas fallan el rival puede aprovecharlo.

Sigue después de este anuncio

Y es lo que hizo la Roma. Primero con el oportunismo de Edin Dzeko, recogiendo un gran pase a la espalda de la defensa del Liverpool para fusilar a Loris Karius en el primer palo. Y después un penalti que transformó Diego Perotti, y que deja un 5-2 que es un resultado muy similar al que remontaron los giallorossi ante el FC Barcelona. ¿Por qué no repetir esta vez? Los italianos estaban fuera en el minuto 75 y ahora tienen sus opciones de ir a Kiev. En apenas 8 días tendremos la resolución de una eliminatoria que hoy no ha quedado vista para sentencia, aunque sí ha dejado a un claro favorito. Lo mejor de todo es, que después de lo visto esta noche, tendremos un segundo acto que promete ser sensacional. Y por supuesto otra oportunidad de ver a Mohamed Salah presentando su candidatura a destronar a Cristiano Ronaldo y Lionel Messi como su sucesor en ese oligopolio en el que han convertido el Balón de Oro en la última década. Roma dictará sentencia.

Sigue después de este anuncio

Noticias

Sigue después de este anuncio