Malos tiempos para el 'tiki-taka'

Por Juan C. Navarro
2 min.
El juego de toque de Pep Guardiola no pudo con el Real Madrid @Maxppp

El primer asalto de las semifinales de la Champions League ha evidenciado que el hasta no hace mucho elogiado juego de posesión y toque ha quedado relegado un segundo plano.

«El fútbol no es solo control del balón, es defensa y es contraataque». Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, lo tiene claro. Casi tanto como Pep Guardiola y su aún amplia legión de seguidores, quienes se toman el antiácido de la posesión para digerir mejor cualquier derrota. «Estoy muy orgulloso de mi equipo, ha jugado muy bien, con mucha personalidad, hemos tenido el balón durante mucho tiempo», aseguró el preparador del Bayern Múnich. «Veo hermoso que se viaje a Madrid y dominemos el partido durante 90 minutos ante un equipo de primer nivel», corroboró Philipp Lahm, capitán del cuadro bávaro.

Sigue después de este anuncio

Éstas son solo algunas de las reacciones de los protagonistas de una de las semifinales de la Champions League. En la otra, la que disputaban Atlético de Madrid y Chelsea, fue aún más palpable el ocaso del tiki-taka, el estilo de juego que parecía haber revolucionado el fútbol moderno y que, para determinados especialistas, se había instaurado como la única forma posible de entender este deporte.

Leer Leroy Sané genera otro incómodo frente al Bayern Múnich

En la máxima competición continental, donde nada pasa desapercibido y todo adquiere una relevancia especial, tres de los cuatro aspirantes al título han renunciado a la posesión. Al Real Madrid le gusta esperar y correr. Tres toques bastan para lograr un gol. Al Atlético le entusiasma presionar hasta la extenuación y enviar balones hacia adelante a la mínima ocasión. Y al Chelsea le toca seguir la máxima de José Mourinho: ganar o ganar sin importar los medios y las víctimas que se dejen por el camino.

Sigue después de este anuncio

La resistencia de Pep

Sólo el Bayern de Pep se mantiene fiel al fútbol de posesión. Dominar por encima de todo, incluso de los goles. Volver a casa con 1-0 no es tan malo si el digito de la posesión alcanza el 64 por ciento. Es una victoria moral o tal vez absurda. «La posesión no significa nada cuando el rival tiene sus oportunidades», avisa Franz Beckenbahuer, presidente de honor de la entidad muniquesa.

Sigue después de este anuncio

Al otro gran gurú de este invento, el FC Barcelona, la defensa a ultranza del estilo le ha costado la temporada. El cuadro catalán se ha devorado a sí mismo. Tanta posesión ha derivado en lentitud, horizontalidad e incapacidad para encontrar un plan alternativo. Con Leo Messi alejado de su mejor momento, se acabó la chispa y la sorpresa. Ahora todo es previsible... tanto que un conjunto tan tácticamente simple como el Atlético ha sido capaz de apearle de la carrera por la Champions y de ocupar su espacio en la lucha por el título de Liga.

Evidentemente, en el fútbol nada es eterno. Las modas van y vienen, como en la vida real. No son buenos tiempos estos para, por ejemplo, los pantalones de campana o las camisas de flores. Tampoco para el tiki-taka. Pero todo puede volver. Denle tiempo al tiempo.

Sigue después de este anuncio

Noticias

Sigue después de este anuncio