Mundial: Holanda baja a la tierra

Todo el mundo esperaba a Holanda. Tras la espectacular goleada que le infringió a España (5-1) hace apenas unos días que hizo tambalearse los cimientos de la última campeona, el combinado de Louis van Gaal volvía a escena para enfrentarse a la débil Australia. Se antojaba como la víctima propiciatoria para que los tulipanes sumaran 3 puntos más y dejaran su clasificación por prácticamente cerrada. Nada más lejos de la realidad.

Dos goles en un minuto

Pese a la superioridad de sus piezas, Van Gaal decidió volver a apostar por una defensa de cinco, al igual que hiciera contra España. Su objetivo: robar y correr. Y la fórmula volvió a funcionar. Fue en el minuto 20, cuando después de una recuperación en la medular Arjen Robben ponía el 1-0 tras una larga y veloz carrera.

Todo hacía prever en ese momento que el partido acabaría en goleada. Sin embargo, los australianos no estaban dispuestos a dar su brazo a torcer y en la siguiente jugada empataron el encuentro (1-1) con un golazo de volea con la izquierda de un Tim Cahill que ya suma dos goles en el campeonato del Mundo.

Los goles no calmaron ánimos de los equipos, que protagonizaban un interesante partido de ida y vuelta en el que ambos disponían de ocasiones. Sin embargo, eran los australianos los que creaban más peligro ante una defensa holandesa que no sabía cómo frenar al omnipresente Bresciano. Fue precisamente el de Al Gharafa el que estuvo a punto de marcar en el 30’. Australia se encontraba muy cómoda y sus laterales subían cada vez más mientras Holanda no daba respuesta. De este modo, la llegada del descanso salvaba al hasta ahora líder de grupo.

La reacción holandesa

Con la lesión Indi en la recta final del primer tiempo, el seleccionador holandés decidió cambiar su sistema y situar una defensa de cuatro sobre el terreno de juego.
Fue así como poco a poco fueron haciéndose con el control de balón y creando ocasiones (tiro lejano de Wesley Sneijder en el minuto 5), si bien a los 9 minutos recibió un golpe terrible. Penalti absurdo de Janmaat al golpear el balón con la mano dentro del área. Jedinak marcó desde los 11 metros y metió el miedo en el cuerpo a los holandeses con el 1-2.

Pero al igual que pasó en el primer tiempo, apenas 2 minutos después las tablas volvían al marcador. El autor del tanto (2-2) fue un Robin van Persie que no podrá jugar el próximo partido frente al Chile después de acumular su segunda tarjeta amarilla en dos partidos.

Estábamos viviendo un auténtico partidazo y cualquiera de los dos podía marcar. Y fue un detalle el que decantó la balanza a favor de Holanda. Tras un error Oar delante del portero con un centro absurdo, el contraataque de los de Van Gaal resultaba letal. Depay lanzaba desde lejos y el balón se colaba en la portería debido a un fallo de Ryan (minuto 68). El gol se clavó como un puñal en las ilusiones de Australia, que bajo notablemente su nivel en la recta final. Así, entre ataques sin excesivo peligro por ambas partes Holanda dejó prácticamente cerrada su clasificación para los octavos de final. Mientras tanto, a Australia solo le queda un milagro en forma de triple empate.

Así jugó Holanda:

Así jugó Australia: