Eurocopa 2016 - Un segundo ridículo de España para acabar un ciclo mágico: Las notas del partido

Por Iván Vargas
4 min.
España cayó sin ningún paliativo @Maxppp

Después de la papeleta en Brasil, el equipo de Vicente del Bosque pide a gritos un cambio radical tanto en su plantilla como en su dirección técnica.

Los encuentros entre España e Italia siempre son una guerra. Conocida como una de las grandes bestias negras de los nuestros, llos últimos envites se habían resuelto con resultados favorables para los la Roja. Así, la tanda de penaltis en los cuartos de 2008 supuso un auténtico punto de inflexión en la historia de la selección española. Esta situación se repitió en las semifinales de Copa Confederaciones de 2013 (también por penaltis) y la final de la última Eurocopa de 2016, donde los de Vicente del Bosque se dieron un auténtico festín a costa de la azzurra (4-0) que termió con Iker Casillas solicitando a los árbitros que finalizaran el partido para acortar la agonía italiana.

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Hoy el partido se presentaba como una auténtica reválida después de lo que aconteció contra la ya eliminada Croacia días atrás. Para dar un toque de épica a la batalla, la lluviosa París parecía llorar por el mal juego que están desplegando los de Didier Deschamps desde el comienzo del campeonato y recibió a los dos conjuntos con una copiosa tormenta. La abundancia de agua provocaba que se sucedieran los errores, por lo que Italia apostaba por sacar el balón en largo para comenzar sus jugadas. Los italianos sorprendieron en la salida con una presión alta que recordaba a lo que sucedió frente a Suecia días atrás. España se mostraba sorprendida y encontraba un sinfín de problemas para resistir las embestidas transalpinas que dejaban ocasiones claras como el remate de cabeza de Pellé en el minuto 8 que repelía David de Gea. Sin embargo, a los quince minutos se dieron dos factores claves. Por un lado, Vicente del Bosque dotó de más equilibrio al equipo apostando por un 4-2-3-1 que nutría el centro del campo. Por otro, la luz apareció en París. El peor momento había pasado y España comenzaba a hacerse dueña del balón. Avanzaban los minutos y se confirmaba que el encuentro había regresado a lo que todos esperaban cuando Cuneyt Cakir pitó el inicio. Pero ¡amigos! El rival era Italia.

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Cuando eran los españoles los que comenzaban a hacerse con el partido una falta en la frontal se terminaba traduciendo en el primer gol del partido. Era Eder el que lanzaba desde la frontal al palo del portero. David de Gea era incapaz de atajar el balón y lo dejaba a los pies de un Giorgio Chiellini que ponía a los suyos por delante en el 33. Después de una nefasta actuación contra Croacia que cortó las alas a la posibilidad de formar parte de la parte más amable del cuadro, el portero del Manchester United volvía a errar en un momento clave. Tocaba, de este modo, remar contra la que había sido la mejor defensa de la Eurocopa. Muy bien ubicada, equipo en toda su extensión, la selección italiana era netamente superior a los de Vicente del Bosque y se mostraban tremendamente cómodos con los derroteros que había adoptado el partido. El resumen de la primera parte se dio en el minuto 44 con Daniele de Rossi haciendo un caño a Andrés Iniesta: los pájaros disparando a las escopetas.

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La segunda parte continuó por la senda que se había venido desarrollando en la primera mitad. La selección española era incapaz de superar la bien situada defensa italiana y cuando lo hacía se chocaba con un inconmensurable Gianluigi Buffon. Con Busquets absolutamente perdido, los laterales desaparecidos y un Cesc Fábregas que parece aún en Londres, pese a las intentonas de la hasta la fecha campeona de Europa Italia era netamente superior. No cabe duda que llega un periodo de reflexión para España. El papel que han jugado los nuestros tanto en el pasado Mundial de Brasil como en la presente Eurocopa exige cambios en el combinado nacional y que algunos de los habituales no acudan más y dejen el hueco a jugadores que (aunque tuvieran que jugar un papel secundario) no alzarían la voz por el bien del equipo. El 2-0 de Eder en la recta final no hace si no ahondar en la profunda decepción que nos ha dejado una selección que partía como una de las favoritas y vuelve con la palabra ridículo tatuada en la frente.

Estas son las notas de España para nuestra redacción:

Estas son las notas de Italia para nuestra redacción:

El hombre del partido - Giorgio Chiellini

Además de un partido sobresaliente a nivel defensivo, el zaguero de la Juventus de Turín abrió el camino de la victoria para los suyos aprovechando un mal despeje de un David de Gea que alternó actuaciones de primer nivel con algunas para olvidar, como la recién citada.

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Pese a que la azzurra brilla por su bloque y la tremenda personalidad de la que le ha sabido dotar su técnico Antonio Conte, el central es todo un referente en esa inexpugnable amalgama defensiva. En el horizonte italiano se encuentra ahora una Alemania a la que se enfrentará el próximo sábado de 2 julio en Burdeos.

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