Europa League | El Olympique de Marsella necesita una prórroga para citarse con el Atlético de Madrid

Auténtica machada la que debía protagonizar el Salzburgo en su estadio si quería plantarse en la final de la Europa League. El cuadro austriaco, que cayó con un claro 2-0 en la ida disputado en el Stade Vélodrome una semana atrás, tenía ante si un complicado reto ante un Olympique de Marsella que destaca por su velocidad del centro del campo hacia delante y facilidad para sacar rendimiento de los errores rivales.

Contaban los locales con dos factores que les hacían soñar con el objetivo. Por un lado, su victoria sobre los galos en la fase de grupos (1-0). Por otro, la espectacular remontada en cuartos de final a una Lazio que aterrizó en Austria con un rotundo 4-2 pero vio como el equipo patrocinado por Red Bull daba la vuelta a la eliminatoria en apenas cuatro minutos (entre el 72 y el 76) para cerrar la clasificación a semifinales (4-1).

Sin embargo, pese a dominar el esférico durante la primera mitad y llevar el peso del choque, el Salzburgo apenas inquietó a un tranquilo Olympique de Marsella que en la primera mitad se mostró tremendamente cómodo. Pese a las urgencias derivadas del choque de ida, el equipo local no terminaba de lanzarse definitivamente al ataque y se limitaba a intentar hilvanar jugadas sin dejar al descubierto su defensa. Sabedor de los puñales con los que cuentan los de Rudi García, la escuadra austriaca apostaba por la calma y parecía dejarlo todo para la segunda parte.

La reanudación llegó con goles

La segunda parte supuso un giro radical en los acontecimientos. Después de unos minutos de dudas el Salzburgo se hizo completamente con el partido. El momento clave fue en el 4 de la reanudación. Fue una ocasión visitante en las botas de Germain que desperdició el delantero francés. Prácticamente a continuación los locales se adelantaban. El autor era Haidara cuando finalizó con el exterior del pie una brillante jugada en la que se deshizo de hasta cinco jugadores del equipo francés. Era el minuto 52 y la eliminatoria volvía a la vida (1-0). El tanto espoleaba a una escuadra local que monopolizaba el juego y encerraba en su área a un Olympique de Marsella que no acertaba a achicar un agua que ya le llegaba a la cintura.

53' YESSS! Youngster Amadou #Haidara macht den FÜHRUNGSTREFFER der Salzburger. STARK! Es steht somit 1:0 für uns. #FCSOLM // GOOOAL FOR SALZBURG! pic.twitter.com/Lo2zcvgMRk

— FC Red Bull Salzburg (@RedBullSalzburg) 3 de mayo de 2018

Después de mostrar una notable solidez en la primera mitad, los quince minutos de descanso se habían traducido en una notable mutación para los de Rudi García. La confianza se había convertido en pánico y según avanzaban los minutos, el dominio local se hacía más acuciante. Tanto fue así que a los 64 minutos de la segunda parte la eliminatoria se igualaba. Schlager remataba de semivolea y Bouna Sarr tocaba levemente el esférico para introducirlo en su propia portería defendida por Yohann Pelé (2-0). Lejos de frenar el ímpetu local, el tanto servía para meter una nueva marcha. Así, Pelé evitaba el gol de en el 70 de un Hee-Chan que prácticamente lo estaba celebrando.El partido se descosía y estos dos equipos ciclotómicos se mostraban fieles a su imagen durante el resto del campeonato. Con los ataques primando sobre las defensas entrabamos en los últimos diez minutos de choque y la incógnita acerca de quién se llevaría el gato al agua después que el Olympique de Marsella haber vuelto a la vida. Sin embargo, ninguno de los dos equipos logró ver puerta y la eliminatoria iba a definirse en la prórroga.

Rolando da la clasificación al OM

Salió el Salzburgo mejor en al prórroga. Con un Atlético de Madrid celebrando la clasificación en Madrid tras doblegar al Arsenal, los locales acumulaban buenas ocasiones. Así, Pelé salvó media eliminatoria en el minuto 99 sacando una mano espectacular al remate de cabeza de Ćaleta-Car a la salida de un córner.

Sin embargo, cuando el miedo comenzaba a apoderarse de ambas escuadras y la tanda de penaltis se antoja como la solución más salomónica, un saque de esquina botado por el galo Dimitri Payet era rematado por el central Rolando desde el punto de penalti. Con tres minutos por delante, este 2-1 un jarro de agua fría para los locales y daba la clasificación al equipo francés. Logra, de este modo, la escuadra gala su tercera clasificación para la final de la segunda competición continental. Lo hace después de las derrotas ante Parma en 1998 y Valencia en 2004. El rival será en esta ocasión un Atlético de Madrid que se presenta como favorito después de derrotar al Arsenal pero deberá estar muy atento si no quiere llevarse un disgusto.