Benfica: Jonas Gonçalves, el goleador silencioso

La marcha de Jonas Gonçalves apenas inquietó a los aficionados del Valencia. El canarinho había alcanzado la treintena y quien más quien menos consideraba que después de tres temporadas y media el jugador ya había aportado al equipo todo lo que se podía esperar de él. Nada más lejos de la realidad.

Casi dos años después, el mismo futbolista que se marchó con la carta de libertad bajo el brazo es un firme aspirante a la Bota de Oro. Con 18 goles en 19 partidos, el brasileño se ha situado a la altura de Gonzalo Higuaín y Pierre-Emerick Aubameyang, dos jugadores a los que los focos casi deslumbran por su evidente capacidad goleadora y a los que la rumorología sitúa en casi todos los grandes clubes del continente.

Al de Bebedouro, que ya el curso pasado cerró la temporada con 20 tantos en 27 compromisos de Liga Sagres (sólo fue superado por Jackson Martínez), le mantiene a la sombra el hecho de militar en el Benfica, una escuadra que, pese a ser la última campeona del torneo doméstico y haberse colado en los octavos de final de la Champions League, no logra despertar el interés de otras escuadras cuyo palmarés es netamente inferior.

Comparación con los delanteros del Valencia

Aunque las comparaciones son siempre odiosas, resulta curioso echar un vistazo a la aportación de los actuales delanteros del combinado ché. Paco Alcácer, el actual gran referente del equipo, ha alcanzado el ecuador del curso con 8 goles en 18 partidos; mientras que Santi Mina y Álvaro Negredo apenas han podido aportar 2 y 1, respectivamente. Pablo Piatti, por su parte, aún no se ha estrenado.

Para ser justos habría que decir que, durante su etapa en tierras valencianistas, Jonas tuvo que moverse casi siempre como segundo punta, una posición en la que destacaba por su facilidad de asociación y su visión de juego, pero que limitaba claramente su capacidad para acertar con la portería rival. Aun así, el ex del Gremio se despidió de Mestalla con 36 goles en los 113 choques de Liga disputados.

De nuevo impulsado al frente del ataque por Rui Vitoria, el canarinho ha evidenciado que lleva el gol en la sangre (llegó a sumar 42 en su última campaña completa en Brasil) y que, con un poco de suerte, y sin hacer ruido, puede adjudicarse el trofeo que acredita al mejor goleador de Europa.