Athletic: Aritz Aduriz, el ariete inagotable

Cuando cuelgue las botas, Aritz Aduriz (San Sebastián, 1981) podrá echar la vista atrás y mirar con orgullo su carrera profesional. En su currículum figurarán clubes tan emblemáticos como el Athletic Club, el Real Valladolid, el Real Mallorca o el Valencia y una cifra de goles con la que ya quisieran soñar la mayoría de delanteros que comienzan a asomarse a la élite.

Eso sí, cuando repase su trayectoria, el ariete apenas encontrará un puñado de palabras de elogio. En las 12 temporadas que han transcurrido desde que debutó con la primera plantilla rojiblanca, la prensa se ha detenido muy pocas veces en su figura, y eso que, basta con repasar sus números y sus actuaciones, para certificar que nos encontramos ante uno de los mejores «9» que ha dado la Liga española en los últimos tiempos.

En realidad, al vasco tampoco le importará demasiado. Nunca se ha plantado delante de un micrófono para llamar la atención. Todo lo que ha tenido que decir lo ha dicho en el campo. Siempre cerca de la portería rival. Allí, en el rectángulo que define el área, en el lugar donde se ahogan otros puntas con más tirón mediático, el guipuzcoano se ha hecho grande, casi colosal.

Ante el Espanyol, en el último compromiso del equipo que le llegó a vender para tapar su mala gestión económica y le recuperó años después para cubrir la previsible baja de Fernando Llorente, Aduriz volvió a hablar sobre el césped. Su gol, una joya de tres movimientos (amago, control y disparo), fue casi lo menos importante. Lo relevante, lo que le convierte en un atacante mayúsculo fue su actuación global. Sacó literalmente de quicio a Anaitz Arbilla, Álvaro y Héctor Moreno, presionó sin descanso, bajo a recibir al medio campo cuando el equipo no encontraba salida, se adjudicó casi todos los duelos aéreos, tiró toda clase de desmarques y sí, además, marcó un golazo que encarriló el pase de los leones a la final de la Copa del Rey.

Pero antes de este compromiso, Adu ya llevaba mucho tiempo tirando del carro. En la presente temporada acumula 17 tantos en 37 choques (9 en Liga, 5 en Copa y 3 en Champions League), una estadística que ya supone casi una mejoría con respecto a sus ya dos extraordinarios cursos precedentes en los que cerró el libro de tareas con 18 dianas. El pasado mes de enero, con los 34 a la vuelta de la esquina (los cumplió en febrero), el Athletic Club no dudó en renovarle hasta 2016. Aunque lejos de San Mamés algunos sigan sin darse cuenta, los rojiblancos saben que no encontrarán otro jugador igual, otro atacante tan comprometido y eficaz, otro profesional intachable...otro ariete inagotable.