Athletic Club | Radiografía de una crisis previsible

Por Juan C. Navarro
3 min.
José Ángel Ziganda ha tomado el relevo de Ernesto Valverde @Maxppp

La dolorosa derrota ante el Olympique de Marsella en la ida de octavos de final de la Europa League ha constatado que el del Athletic Club es un proyecto herido de muerte. Ni el técnico, José Ángel Ziganda, ni muchos de sus jugadores parecen ya capacitados para sacar adelante a un equipo que no hace mucho competía de tú a tú con los mejores conjuntos de Europa y que incluso llegó a levantar una Supercopa de España.

Aunque se veía venir, lo ocurrido el pasado jueves en el Vélodrome supuso un duro golpe para un club con tanto peso específico en el fútbol nacional como el Athletic Club. Los vascos fueron literalmente masacrados por un Olympique de Marsella que puso al descubierto todas sus vergüenzas. En Fichajes.com elaboramos hoy una lista con las principales causas de la enfermedad que amenaza el futuro del cuadro rojiblanco.

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  • Fin de una época: Tras la montaña rusa de sensaciones que provocó Marcelo Bielsa, el cacereño Ernesto Valverde se hizo con las riendas del equipo y le dotó de una necesaria estabilidad. Gracias a su carácter templado y su hábil gestión de los recursos, el Txingurri dio pie a un periodo en el que, más allá de las victorias o las derrotas, el Athletic siempre se mostró como un equipo competitivo e, incluso, llegó a levantar un título («Supercopa de España»). Tras cuatro años de relación, su marcha dejó un vacío difícil de cerrar.

  • Pésima elección de técnico. Tal vez porque se sentía en deuda con él, Josu Urrutia decidió entregar las riendas del primer equipo a José Ángel Ziganda, un preparador con escasa experiencia al máximo nivel y al que ya en su última época con el filial se veía claramente agotado. Aunque los resultados le acompañaron en el arranque, el Cuco no ha sabido dar con la tecla y ha generado una confusión de tal calibre con sus cambios de sistema y de estilo que es imposible descifrar a qué juega ahora mismo el cuadro vasco. Y eso por no hablar de su incapacidad para motivar a la tropa.

  • Falta de fichajes: Aunque el mercado es muy limitado, lo cierto es que el combinado bilbaino pudo cerrar contrataciones importantes el pasado verano. Jugadores como Dani García, Mikel Merino, Alex Berenguer, Ander Capa o Cristian Ganea se econtraban a tiro, pero en los primeros casos no se negoció adecuadamente y en los de los de los dos últimos se pospuso su contratación, de forma incomrpensible, hasta el fin de la actual temporada. De hecho, si en invierno llegó Íñigo Martínez fue porque inmediatamente antes había emigrado Aymeric Laporte.

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  • Controvertida política de renovaciones: La filosofía del Athletic Club provoca que, para evitar marchas indeseadas, la entidad se lance a renovar a futbolistas mucho antes de que se ganen tal derecho sobre el campo. Además, en muchos casos, estas ampliaciones vienen acompañadas de sueldos suculentos que ningún otro equipo se atrevería a pagar. Con esta política, que este curso ha premiado muy por encima de lo esperado a jugadores como Mikel Vesga, Íñigo Lekue o Iñaki Williams,la directiva ha enviado el mensaje de que basta con muy poco para lograr mucho.

  • Acomodamiento: Por esa suma de falta de competencia y de desmesurado reconocimiento de los méritos contraídos, muchos jugadores han caído en el total y absoluto acomodamiento. Ante el Marsella, el navarro Mikel San José llevó al extremo esta sensación firmando el partido más indolente que se le recuerda. Otros futbolistas como Ander Iturraspe, Sabin Merino, Enric Saborit, Xabi Etxeita o hasta Beñat también han dado evidentes síntomas de no sentirse demasiado preocupados por lo que ocurre a su alrededor en determinadas fases de los partidos.

  • Lesiones y bajo rendimiento: Los problemas físicos de Iker Muniain, el único jugador que arrancó el curso con chispa, Óscar de Marcos, Beñat o Mikel Balenziaga también han lastrado a un equipo que igualmente se ha visto afectado por el bajón que han experimentado Aritz Aduriz y Raúl García y por la preocupante irregularidad de Iñaki Williams . Los tres pesos pesados del ataque no han visto puesta con tanta facilidad y han provocado que partidos que otros años se solventaban gracias a sus goles acabasen con marcadores desfavorables.

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