Athletic Club: El apasionante reto de Ernesto Valverde

En el fútbol moderno, el término ciclo se emplea como excusa para justificar la marcha de aquellos entrenadores que acumulan varias temporadas en el mismo banquillo. Aunque los resultados acompañen, tanto los clubes como los propios técnicos esgrimen la necesidad de encontrar nuevos retos como argumento para romper su vínculo.

Durante la campaña 2015-2016, la amenaza de fin de ciclo también llegó a cernirse sobre Ernesto Valverde. El Athletic Club atravesó ciertos altibajos en momentos puntuales de la temporada y algunos sectores de la afición rojiblanca comenzaron a cuestionarse la capacidad del cacereño para mantener la competitividad de un equipo sometido a unas peculiares características que hacen de la motivación un arma determinante para garantizar los buenos resultados.

A comienzos del mes de marzo, la directiva vasca disipó estas dudas y anunció la renovación de su entrenador por una temporada más. De esta forma, y en contra de quienes creen que el simple paso del tiempo agota una idea futbolística, Valverde tendrá la oportunidad de dirigir al combinado vizcaíno por cuarta temporada consecutiva (será la sexta si sumamos las dos de su anterior etapa).

A falta de fichajes, renovaciones y cantera

El reto se antoja apasionante. Hasta la fecha, el cuadro rojiblanco no ha realizado ni un solo fichaje, por lo que para mejorar los resultados cosechados en los últimos tiempos (4º, 7º y 5º en las tres últimas ediciones de Liga más una final de Copa del Rey y un título de Supercopa de España), el preparador tendrá que dar una vuelta de tuerca a sus planteamientos y buscar nuevas fórmulas que estimulen la competitividad dentro de un plantel en el que los roles de titular y suplente están bastante definidos.

Por fortuna para el de Viandar de la Vera, la directiva logró este verano retener a uno de sus hombres clave, el galo Aymeric Laporte. El zaguero, contra todo pronóstico, decidió esquivar una suculenta oferta del Manchester City para renovar su compromiso con el club vasco. Además, los canteranos Óscar Gil, Yeray, Enric Saborit y Mikel Vesga y los recuperados Guillermo (cedido el pasado curso en el Leganés) y Jon Aurtenetxe (Tenerife) tratarán de ganarse un hueco durante la pretemporada para así conformar un bloque que pueda afrontar con garantías las tres competiciones en las que, un año más, se verán inmersos los de San Mamés.

Aunque estas peculiaridades y limitaciones podrán invitar al victimismo, Valverde no se esconde y asegura que, pese a todo, el Athletic volverá a ser competitivo y peleará con ilusión por alcanzar alguno de los títulos en juego. «Nos gustaría aspirar a la Champions, pero sabemos lo difícil que es y la intención es seguir en esa línea porque le daría valor a lo que hemos conseguido. A ver si podemos convertir en hábito jugar la competición europea (...) Sabemos que nuestras posibilidades de éxito, o de ganar un título, o llegar a una final, pasan por esas competiciones (Europa League y Copa del Rey). Te dan el margen. Vamos a luchar para hacerlo lo mejor posible. Si es llegar a la final y ganarla, mejor. Pero eso no lo puedes prometer en el primera día de trabajo» espetó en su primera rueda de prensa del curso.