Thiago Motta sigue buscando la forma de abandonar el París Saint-Germain. El centrocampista quiere recalar en el Atlético de Madrid y mantiene un duro tira y afloja con la directiva del cuadro parisino.
Con Mario Suárez volando hacia Florencia se hace más necesaria que nunca la llegada de un nuevo mediocentro. Desde hace semanas, el Atlético de Madrid está decidido a apostar por Thiago Motta, pero su fichaje se ha enquistado considerablemente por la firme postura de su club, el París Saint-Germain.
Los galos ya le han transmitido al futbolista que no están dispuestos a facilitar su marcha y que prefieren perderle dentro de un año sin recibir dinero alguno (acaba contrato) antes que dejarle partir durante el presente mercado estival.
«La situación sigue siendo la misma, no ha cambiado. Expresó su deseo de marcharse, pero el club también tomó posición y no tiene intención de venderle. Éste es un tema delicado. Espero que evolucione rápidamente en la dirección correcta. No podemos quedarnos así para siempre. ¿Quién va a ceder? No lo sé», reconoció el preparador de la escuadra parisina, Laurent Blanc, en su última comparecencia pública.
Motta, que estaría encantado de regresar al Vicente Calderón, vendría a reforzar una parcela en la que Thiago y Gabi se han quedado como únicos especialistas. Eso sí, por su edad (32 años), el ítalobrasileño sigue sin resolver el problema que surgirá cuando estos treintañeros entren en la fase final de su carrera.
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