Al margen de estudiar la incorporación de nuevos futbolistas, la directiva del Atlético de Madrid invierte una considerable parte de su tiempo en la búsqueda de acomodo para aquellos jugadores que no terminan de entrar en los planes del técnico.
Impulsar la operación salida. Ése es el gran objetivo que se ha marcado el Atlético de Madrid para las próximas semanas. El club ya se dio prisa para cerrar los fichajes de Emre, Cristian Rodríguez y Cata Díaz y ahora ha llegado el momento de buscar acomodo para aquellos jugadores que no son realmente imprescindibles para el técnico.
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Tal y como recoge el diario As, la entidad colchonera quiere desprenderse de 8 futbolistas, aunque esta cifra podría incrementarse hasta 10 si se consigue concretar la llegada de un par de refuerzos que figuran en la agenda.
De momento, la prioridad del club pasa por encontrar un nuevo destino para el meta Joel; los zagueros Jorge Pulido y Leandro Cabrera, y los centrocampistas Rubén Micael, Paulo Assunçao y Fran Mérida, pero tampoco se descarta la salida de otros efectivos.
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De hecho, en un segundo nivel figurarían como posibles las ventas de Diego Costa, Eduardo Salvio y Raúl García, y la cesión de varios canteranos a los que no pueda darse cobijo en el primer equipo.
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