Copa del Rey | ¡Larga vida a Iniesta!

Frotándose los ojos. Así habrán visto los pocos aficionados de la Roma el partido que hoy ha disputado el FC Barcelona ante el Sevilla. Después de caer inmisericordemente ante la escuadra transalpina apenas un par de semanas atrás y no dar ningún síntoma de responsabilidad, ganas y entrega, el conjunto de la ciudad condal ha ofrecido hoy un majestuoso espectáculo ante el Sevilla.

Con una gran dosis de implicación cuando la ocasión lo requería, los de Ernesto Valverde han pasado por encima de un Sevilla que poco o nada ha podido hacer ante el rutilante dominio del equipo culé. 40 minutos. Esto es lo que ha tardado en demostrar el FC Barcelona su neta superioridad sobre un Sevilla que a estas alturas de partido había tenido que sacar hasta en tres ocasiones el balón de su portería merced a los tantos de Luis Suárez (por partida doble) y Lionel Messi.

Exhibición culé

Prácticamente nada más comenzar la segunda mitad Andrés Iniesta ponía la puntilla con el cuarto tanto. El manchego celebraba con sus compañeros un tanto con aroma de adiós. Ese mismo aroma de vino tinto de Albacete que ahora se marcha a China en busca de oportunidades. Se marcha el manchego protagonizando una final asombrosa. Un partido espectacular que nos hace recordar ese gol que hizo felices a más de cuarenta millones de españoles. Hay que remontarse al 11 de julio de 2010 cuando el centrocampista criado en La Masía recogió un balón de Cesc Fábregas para dar a España su primer Mundial.

El de Fuentealbilla ha aprovechado hoy la que será su última gran final en España para dar una excepcional exhibición de fútbol en la que ha demostrado que todavía le queda cuerda para rato. Rutilante motor de un FC Barcelona que ha doblegado a un Sevilla que poco o nada ha podido hacer para evitar la goleada, el internacional español ha sido pieza clave para que los suyos se hayan impuesto por 5-0. Después de una primera mitad en la que el equipo culé sumó tres tantos merced a Luis Suárez y Lionel Messi por partida doble, fue el propio Andrés Iniesta el encargado de poner el 4-0. Philippe Coutinho desde el punto de penalti era el encargado de cerrar la manita en el minuto 69.

Con la Copa del Rey ya en sus vitrinas y una Liga ya prácticamente en el bolsillo, el éxito, fracaso o acabar la temporada del FC Barcelona pintada en un tono gris dependerá ahora de cómo acabe el curso de un Real Madrid que después de navegar en la mediocridad en Liga durante todo el curso podría terminar la temporada coronando un ochomil sin oxígeno con la consecución de la Liga de Campeones.