Deportivo Alavés | El silencioso crecimiento de Víctor Laguardia

De un tiempo a esta parte, el siempre cambiante mundo del fútbol ha determinado que la valía de un central quede supeditada a, en gran medida, su habilidad para sacar el balón jugado desde atrás. Por el camino, por tanto, se han desdeñado otras cualidades seguramente más decisivas para el buen funcionamiento de una retaguardia como la capacidad de anticipación, la fortaleza aérea, las dotes de mando o la contundencia.

Tal vez por eso, la progresión de Víctor Laguardia ha pasado tan desapercibida. El zaragozano, de 29 años, ha hecho carrera gracias a su capacidad para sacar el máximo partido a todas esas virtudes ahora tan minusvaloradas y ha logrado asentarse como uno de los pilares del Deportivo Alavés. Que esta temporada solo se haya perdido un partido de Liga por acumulación de amonestaciones y que en las 22 jornadas restantes haya disputado siempre los 90 minutos es el mejor síntoma de lo que representa este jugador para su técnico, el asturiano Abelardo.

Forjado en la cantera del Real Zaragoza, el poderoso zaguero (185 cms.) tuvo que superar un par de cesiones en la UD Las Palmas y el Alcorcón antes de poder asentarse en la primera plantilla maña. Aunque en su primer curso completo (2013-2014) acumuló 29 partidos, el jugador no logró acordar la renovación de su contrato con el combinado aragonés y ese mismo verano optó por aceptar la oferta de su actual equipo.

En su periplo con el cuadro vitoriano, Laguardia ha sido un futbolista más que válido para todos los entrenadores que han pasado por Mendizorroza, pero lo cierto es que ha sido a raíz del desembarco del Pitu cuando el jugador ha mejorado su ya notable rendimiento. Ayer mismo, ante el Levante, el central volvió a firmar una actuación soberbia que además pudo coronar con el gol que dio a los suyos una victoria sin duda merecida.

Aunque para quien no esté familiarizado con el día a día del conjunto vasco la afirmación puede resultar llamativa, lo cierto es que a día de hoy pocos centrales españoles mejoran el nivel del futbolista blanquiazul. Por eso, en realidad a nadie debería extrañarle que Luis Enrique se acordase de él en alguna de sus próximas convocatorias. Si lo hace, estará dando la merecida visibilidad a una trayectoria tan meritoria como silenciosa.