El Real Madrid del futuro toma forma

El Real Madrid no se encuentra viviendo su mejor momento. El conjunto merengue, después de terminar el 2014 como un tiro y sumar cuatro títulos en sus vitrinas, ha visto como el cambio de año no le ha sentado nada bien a su juego. Los problemas de lesiones de algunas de sus piezas claves, unidas a la poca rotación y cansancio del resto, han conducido a un periodo de incertidumbre.

Mientras sigue luchando tanto por la Liga (el encuentro del próximo domingo en el Camp Nou ante el FC Barcelona será clave en el devenir de la competición) como por la Liga de Campeones, los blancos ya trabajan en la configuración de la que será su plantilla de cara al curso que viene. Tanto es así que ya se han marcado las líneas maestras del que es el proyecto merengue 2015-2016.

El pasado viernes el propio presidente de River Plate confirmó el desembarco del joven portero argentino Augusto Batalla, futbolista que en un principio reforzaría las filas del filial pero que dependiendo de lo que ocurra con Iker Casillas podría convertirse en el escudero de Keylor Navas en el primer equipo.

Junto a la del argentino, también parece encauzada la llegada del lateral diestro brasileño Danilo, futbolista que desembarcará procedente del Oporto para convertirse en rival de Dani Carvajal por un puesto de titular. También desde el equipo entrenado por Julen Lopetegui se incorporará un Casemiro que ha demostrado tener el empaque y calidad suficientes (29 partidos, 4 goles en O Dragao) para formar parte de la plantilla blanca. Algo similar ha ocurrido con el extremo ruso Denis Cheryshev, jugador del Villarreal que después de una pasada complicada en el Sevilla debido a las lesiones se ha convertido en uno de los grandes nombres propios del conjunto castellonense (38 partidos, 7 goles hasta la fecha).

A estos cuatro protagonistas podrían sumarse tanto Martin Odegaard (ya en el filial) como Marco Asensio, que realizarán la pretemporada en el primer equipo e intentarán ganarse un puesto entre los elegidos para afrontar la temporada. Queda claro, por tanto, que el Real Madrid no está con los brazos cruzados de cara a la temporada que viene.