La directiva del Real Madrid pretende aprovechar el próximo mercado estival para dar salida a varios jugadores que, por unos motivos u otros, no terminan de hacerse un hueco en los planes de Zinedine Zidane. Con su venta, el club espera obtener importantes beneficios que faciliten la contratación de nuevas estrellas.
El verano de 2017 se antoja muy movido en Concha Espina. Tras dejar atrás la sanción impuesta por la FIFA, el Real Madrid se prepara para dar un importante lavado de cara a una plantilla que, pese a su enorme calidad, presenta varios problemas que podrían resultar determinantes en un futuro no muy lejano.
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Entre esos asuntos que debe resolver la directiva figura el de encontrar salida para aquellos jugadores que no han terminado de alcanzar un papel determinante en los planes de Zinedine Zidane y que, por su trayectoria y caché, no están ya dispuestos a soportar más minutos de banquillo el curso que viene.
En este sentido, los dos grandes señalados son, sin duda, James Rodríguez y Álvaro Morata. Aunque ambos han ofrecido un rendimiento bastante notable siempre que han recibido la oportunidad de saltar al campo, la directiva entiende que ha llegado el momento de plantearse una venta que, además, podría dejar importantes beneficios en las arcas.
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De hecho, y según cuenta OK Diario, los de Chamartín creen que, con un poco de suerte, pueden ser 160 los M€ que obtengan por este par de futbolistas que cuentan con un extraordinario cartel en la Premier League. Ambos encabezarían una operación salida con la que los merengues pretenden obtener un total de 250 M€, cantidad que podría ser empleada en la contratación de nuevos refuerzos de la talla de David de Gea, Theo Hernández o Eden Hazard.
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