El ataque azulgrana es uno de los mejores del planeta, pero tiene un punto flaco claro e importante.
Desde que coincidieran en la primera temporada de Luis Enrique, el FC Barcelona está viviendo de los goles de la MSN, el tridente más letal que ha tenido el club en su historia. Los tres delanteros están batiendo todos los registros, es complicado que no anoten en un encuentro, y son el gran peligro para los rivales culés.
Sin embargo, como siempre ocurre en casi cualquier aspecto de la vida, tienen un punto débil que no es otro que los penaltis. Como bien explica hoy el diario Sport, sorprende que desde que están juntos han lanzado 38 penas máximas y solamente han transformado 23, el 60,15%.
Una estadística que ya de por sí es extraña para jugadores profesionales, demasiado baja, pero sorprende aún más si hablamos del mejor trio ofensivo de los últimos años. Capaces de anotar goles sin parar en juego, desde otras posiciones, se estrellan en ese punto fatídico.
Neymar ha sido el último en fallar, si bien en muchos de esos penaltis como ayer finalmente fueron fallos intrascendentes. De los 15 fallados, 4 fueron anotados después en el rechace, incluido el famoso ante el Celta de Vigo de la temporada pasada.
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