Condenado al ostracismo por parte de Luis Enrique, y con un pie fuera del club, el carrilero podría estar ante su última gran ocasión para reivindicarse.
Ya sucedió hace justo un mes. Fue el último partido que hasta ahora ha jugado con el FC Barcelona y el único de esta temporada para él. Aleix Vidal jugó como titular ante el Deportivo Alavés y su actuación fue simbólica con respecto a lo que hizo todo el equipo ese día, perdido y sin rumbo ante un rival muy inferior.
El canterano pagó los platos rotos (es el único que no ha vuelto a jugar) pero la desconfianza de Luis Enrique en él venía ya de lejos. El preparador asturiano se equivocó con un once con demasiados cambios tras el parón de selecciones y lo pagó caro. Pero más todavía el futbolista, que desde entonces vive un calvario que no cesa.
Todos los medios que siguen la actualidad de la entidad catalana dan por segura su salida en el mercado de invierno, y se habla de quién será su sustituto. Pero hasta entonces el preparador asturiano no tendrá un recambio de garantías para Sergi Roberto, que además el sábado no podrá jugar ante el Deportivo de la Coruña.
Se espera que esté listo ya ante el Manchester City en Liga de Campeones, y ahora la incógnita es saber qué hará para suplirlo en el flanco diestro de la zaga. Si optase por el recambio natural, Aleix Vidal jugaría y tendría así la que podría ser su última oportunidad para convencer a su entrenador.
Pero no está descartado tampoco que el entrenador opte por otras soluciones (un 3-4-3 como ante el Leganés) para cubrir la vacante dejada por Sergi Roberto. De optar por esa solución la salida de Vidal será ya irremediable.
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