Los goles de Malcom en el Giuseppe Meazza y de Ousmane Dembélé en Vallecas demuestran que Ernesto Valverde tiene este curso más soluciones en su plantilla.
El FC Barcelona ha aprendido a vivir sin Lionel Messi de forma temporal en estas semanas, lo que ha permitido brillar a Luis Suárez. En cambio Philippe Coutinho no ha estado a la altura pero mantendrá su estatus de titular porque aporta otras soluciones. Y esto ha permitido también que Ousmane Dembélé y ayer Malcom hayan tenido protagonismo.
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El francés ya fue importante en el Clásico para rematar al Real Madrid en la segunda parte, y en Vallecas marcó un gol esencial para la remontada in extremis de los culés. No practica un juego muy combinativo ni parece entenderse con Luis Suárez, pero tiene gol y la capacidad de pocos futbolistas de decidir encuentros.
Por su parte, el brasileño entraba el martes por la puerta grande en la Champions League con su gol a los dos minutos de ingresar en el campo. Una diana que daba la clasificación a su equipo para octavos de final. De manera que, queriéndolo o no, Ernesto Valverde ha encontrado soluciones en su segunda unidad en momentos puntuales e importantes de la temporada.
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Si echamos la vista atrás, en los últimos cursos a los culés les ha faltado precisamente soluciones ofensivas desde el banquillo, pues Paco Alcácer apenas tenía la confianza de sus técnicos para tal fin. Y en cambio en las temporadas en las que el club azulgrana logró la Champions League siempre tuvo actores secundarios importantes que marcaron goles decisivos (Pedro, Bojan, Larsson…).
Ahora hay que saber si Ernesto Valverde tomará nota de esto y querrá dar mayor protagonismo a su segunda unidad o no. Sin irse tan lejos, tiene el ejemplo del Real Madrid de Zidane en 2017 y las aportaciones clave de jugadores como James Rodríguez o Álvaro Morata, a quienes luego se echó de menos…
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