¿Ha hecho bien el FC Barcelona al dejar partir a Claudio Bravo?

El FC Barcelona ha realizado un cambio de cromos, o más bien de porteros, en estos compases finales del mercado estival de fichajes. Era algo en cierto modo esperado, después de las constantes alusiones de Marc-André Ter Stegen a su situación en las dos últimas temporadas, donde jugó la Liga de Campeones y la Copa del Rey únicamente.

Claudio Bravo ha sido el sacrificado por la entidad catalana, al entender sus responsables que la situación de esa alternancia que mantuvo Luis Enrique en la portería y que tan buenos resultados dio, amenazaba con provocar una fractura en el vestuario. Los dos cancerberos querían más minutos, se los habían ganado en el campo. Pero se ha optado por el alemán debido a su juventud.

El tiempo será quien dictará sentencia y nos dirá si la solución ha sido la mejor posible, la menos mala, o simplemente nefasta. Lo cierto es que con la salida del chileno pierden los azulgranas regularidad bajo los palos, como ha demostrado el nuevo portero del Manchester City desde 2014, ganando un trofeo Zamora y siendo fundamental en las 2 Ligas conquistadas.

Bravo es un portero sobrio, que sabe medir todo, explotar sus puntos fuertes y cubrirse bien sus debilidades. Conoce sus posibilidades y ha mejorado mucho con los años, en su madurez es sin duda uno de los mejores del mundo. Todo ello habrá ganado ahora Pep Guardiola y lo han perdido los azulgranas, pues Jasper Cillessen se presenta como una opción secundaria y claramente como suplente.

En cambio, busca el FC Barcelona ganar estabilidad para los próximos años, ya que la idea es que el teutón sea su portero durante la próxima década, afianzándose como el sucesor de Víctor Valdés, tarea que parecía complicada de ser asumida por otro arquero. Ha demostrado tener cualidades, aunque quizá le sobre temeridad en muchos momentos, si bien con el tiempo irá puliendo muchos defectos. A su favor: podemos decir que es uno de los 3 porteros que en toda la historia han logrado ganar la Liga de Campeones con el FC Barcelona, junto a Zubizarreta (que apostó por él desde el principio) y el mencionado Valdés.