Las traumáticas salidas de las estrellas del FC Barcelona

Las declaraciones de Lionel Messi esta semana, en las que dejaba una puerta abierta para su posible marcha del FC Barcelona, han alarmado a los aficionados del conjunto azulgrana. El argentino de 27 años, máximo goleador de la historia del club, lleva diez años en el primer equipo y ha sido el emblema de la mejor época del equipo catalán.

Por eso su marcha antes de tiempo sería sin duda polémica, si es que se produce próximamente. Esto ha llevado a muchos medios a recordar estos días cómo fueron las salidas de las anteriores figuras del equipo y casi ninguna de ellas fue precisamente buena. ¿Seguirá él los pasos de estos futbolistas?

Diego Armando Maradona fue uno de los primeros ejemplos, ya que dejó el cuadro culé para fichar por el Nápoles durante el verano de 1984, después de haber sido sancionado tras los sucesos de la final de Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao de ese mismo año. Josep Lluis Núñez se vio obligado a traspasarlo ese verano y sería en la Serie A donde mostraría su mejor nivel, aunque antes ya había dejado muchos detalles de clase en la ciudad condal.

Nos vamos después con su compañero Bernd Schuster, quien en 1988 acaba contrato con la entidad catalana y firma con el eterno rival, el Real Madrid. Allí vivió los dos últimos títulos ligueros de la Quinta del Buitre. Su marcha dolió mucho en el Camp Nou en aquella época.

Algo similar le sucedió a Michael Laudrup, que también pasó a engrosar las filas del eterno rival justo cuando el Dream Team de Johan Cruyff agonizaba. El danés fue víctima de la legislación de la época, que solamente permitía alinear a 3 extranjeros a la vez. La gota que colmó el vaso fue que Cruyff le dejara fuera de la final de la Copa de Europa de Atenas ante el AC Milan (0-4).

La maldición de los brasileños

Curiosamente nuestro siguiente protagonista es Romario, el jugador por el cual Laudrup se tenía que conformar con el banquillo. El brasileño dejó grandes goles, muchos detalles de calidad, pero también conflictos con el técnico holandés en su última campaña. En enero de 1995, tras encajar la famosa manita en el Santiago Bernabéu, volvía a Brasil.

Los tres siguientes de nuestra lista también son brasileños, ya que nos vamos con Ronaldo. El delantero llegaba en 1996 desde el PSV Eindhoven y esa campaña, la única que estuvo en la ciudad condal, deslumbró con sus exhibiciones de fuerza, velocidad y sobre todo con sus goles. Pero al verano siguiente, al no llegar a un acuerdo con Núñez para renovar, se fue al Inter de Milán, que pagó su cláusula de rescisión (4.000 millones de las antiguas pesetas). En 2002 llegaría al Real Madrid.

Su sustituto sería un Rivaldo que venía de deslumbrar con el Deportivo de la Coruña, y que le costó al conjunto azulgrana la misma cantidad que su compatriota. Fue el líder del equipo en los años más complicados de la historia reciente del club, aunque también ganó una Liga y 1 Balón de Oro. Se fue al AC Milan en 2002 y dejó paso a un Juan Román Riquelme que también decepcionó.

La ilusión regresaría a Can Barça en 2003 de la mano de Ronaldinho, que brilló como pocos en el coliseo azulgrana, dejando jugadas inimaginables hasta entonces para el aficionado barcelonista. Lideró la era de Frank Rijkaard, que dejó en el club 2 Ligas y 1 Liga de Campeones, justo antes de que comenzara su declive, el cual le llevó en 2008 a ser traspasado al AC Milan por expreso deseo de un Pep Guardiola que no lo quería en su equipo.

Las víctimas de Pep Guardiola

Lo mismo le sucedía con Samuel Eto’o, y así lo dijo en su primera rueda de prensa. Pero el camerunés se quedó contra pronóstico y sus goles fueron fundamentales para el Triplete de 2009, la mejor campaña de la historia del club. Al verano siguiente se fue al Inter de Milán en un sorprendente trueque con Zlatan Ibrahimovic. El de Santpedor no lo quería en su equipo y lo cambió por el sueco, a quien después también acabaría desahuciando.

Se dice que el propio Lionel Messi tuvo que ver en ambas marchas, ya que el camerunés y el sueco ocupaban espacio en el terreno de juego. Sea como fuere, el ahora ariete del PSG solamente duró una temporada, en la que el equipo conquistó la Liga y se quedó a las puertas de la final de la Champions, precisamente ante el Inter de José Mourinho… y Samuel Eto’o.