Los caminos cruzados de Rafa Benítez y Zinedine Zidane

Tras destituir el pasado año a Carlo Ancelotti, en contra de la opinión de buena parte de la plantilla y la afición, Florentino Pérez daba las riendas del Real Madrid aRafa Benítez. El preparador madrileño dejaba el Nápoles para cumplir su sueño de toda la vida, dirigir al cuadro blanco, en el que se había formado. Pero el sueño pronto se convirtió en pesadilla.

Sus desencuentros con varios pesos pesados del vestuario fueron evidentes poco a poco, y además el FC Barcelona asaltó en noviembre el Santiago Bernabéu con un 0-4 que dolió mucho en el club. Después vino el esperpento de la Copa del Rey en Cádiz y la consecuente eliminación del equipo del torneo, y la irregularidad en los resultados y el juego, especialmente fuera de casa.

Todo acabó el 4 de enero con el cese de Benítez, quien dejaba paso aZinedine Zidane, el hombre en quien el presidente depositó su confianza. El galo había sido criticado por su labor en el Castilla, en especial el curso pasado, pero al ascender al primer equipo la cosa cambió. Se ganó pronto la confianza en unos futbolistas que recelaban del anterior preparador, y se encadenaron buenos resultados.

Cierto es que el juego madridista no ha sido brillante, pero sí efectivo y con unas dosis de épica (ante Wolfsburgo o la victoria en el Camp Nou), que siempre le han venido bien a esta escuadra. Además el camino en Liga de Campeones ha sido favorable y en Liga se vio beneficiado por el bajón final del FC Barcelona hasta poder pelear el campeonato en la última jornada. De modo que Zizou está a un paso de hacer historia si gana la Undécima ante el Atlético de Madrid.

Mientras tanto, el camino de Benítez ha sido mucho más tortuoso. Dolido por el despido a comienzos de este 2015, el preparador madrileño regresó a Inglaterra y aceptó el reto de intentar salvar al Newcastle de un descenso que se ha acabado produciendo. Seguro que nadie se lo imaginaba hace menos de un año, pero así es el fútbol.