Una vez logre cerrar la contratación de Antoine Griezmann, y a la espera de lo que ocurra con Neymar, la directiva del FC Barcelona deberá enfrentarse al reto de reforzar otras tres demarcaciones que también andan escasas de efectivos de cara al futuro.
Aunque ahora mismo ha centrado sus esfuerzos en cerrar la contratación de Antoine Griezmann y en buscar una fórmula que permita el regreso de Neymar al Camp Nou, la directiva del FC Barcelona mantiene activas otras tres operaciones que podrían condicionar el devenir del equipo en los próximos años.
La más urgente es la que contempla el fichaje de un recambio para Jordi Alba. El pasado curso, ese rol recayó en el canterano Juan Miranda, pero su rendimiento no terminó de convencer a Ernesto Valverde. Como consecuencia de esta falta de un relevo de garantías, el internacional español acabó acumulando un evidente cansancio físico que le pasó factura en la recta final de la campaña.
Igualmente, la entidad también necesita localizar un heredero para Luis Suárez, otro jugador para el que, de momento, no ha logrado encontrar un sustituto adecuado. En esta última temporada, primero Munir y luego Kevin Prince Boateng probaron fortuna, pero ninguno de ellos logró su cometido.
Por último, y según explica Marca, los culés no descartan reclutar un nuevo central. En principio, su idea era apostar por el joven Matthijs de Ligt, pero tras constatar que el holandés acabará en la Juventus se han visto obligados a reiniciar el casting. Eso sí, esta contratación no es prioritaria, ya que de cara al futuro más inmediato los azulgranas aún cuentan con Gerard Piqué, Clément Lenglet, Samuel Umtiti y el joven Jean-Clair Todibo.
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